Hace un tiempo se publicó una noticia en la que mencionaban que un crucero se hundió y que su capitán se bajo del barco y por más que le decían:“Capitán, vuelva a bordo”, él nunca regresó a su embarcación.
Asumir con firmeza y determinación el compromiso de llevar el timón del barco es necesario para que los marineros se sientan seguros en la embarcación.
Cuando el capitán es respetado y se cumplen las órdenes, los marineros lo quieren y saben que lo que ordena es por el bien de todos sus compañeros. En ocasiones sienten un poco de miedo porque saben que si no cumplen las reglas tendrán que enfrentar consecuencias tarde o temprano.
Los marineros nunca pretenderán ser amigos de su capitán o se perdería el orden de la jerarquía; podrán llevarse muy bien con él, pero nunca serán amigos. Si esto ocurriera, los marineros podrían confundirse y creer que están en el mismo nivel y les resultará fácil romper la confianza con su capitán.
Cada vez vemos más madres y padres que le tienen pavor a la adolescencia de sus hijos, ¡imagínense como ha cambiado la educación! Hace unas décadas los padres controlaban a sus hijos con la mirada y hoy en día ya no saben como guiarlos, sin darse cuenta le están dando el poder a sus hijos.
Lo que sí podemos confirmar, es que cuando los padres son amigos de sus hijos, éstos se convierten en huérfanos. Es una verdadera tristeza que ocurra eso, ya los hijos no respetan la autoridad de sus padres, entonces nos preguntamos ¿qué será de estos chicos sin una guía firme?
Tal vez porque al pretender darle todo queremos erróneamente evitarles carencias, esfuerzos y tristezas. Si pudiéramos asegurar que se las evitaríamos para siempre, tal vez tendría cierto sentido actuar así, pero además de que no es posible, la vida tarde o temprano presenta retos y, por ello, los padres debemos preparar a los hijos no a evitarlos, sino todo lo contrario, a enfrentarlos cuando éstos se presenten.
Los hijos deben tener un poco de frío y un poco de hambre, sin darse cuenta, los padres les están dando todo lo que ellos no tuvieron. Ahora vivimos tiempos diferentes, la fórmula que debemos aplicar es llegar a acuerdos, negociaciones, que podrán tener sus consecuencias. Con un amor firme con límites.
Debemos tomar en cuenta que no les hacemos ningún bien a nuestros hijos jugando el papel de amigos. Seamos amigos de nuestros amigos y seamos padres de nuestros hijos; con ello, no sólo seremos su principal soporte, sino que ellos tendrán un sólido modelo de su primera y más importante figura de autoridad.
Visualiza a tu hijo como el hombre que debería de ser.
Ahora no dudes en la educación que debes brindarle
ni los valores que le inculcarás.
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