Psic. Andrea Vázquez Cruz
Terapeuta familiar y Master en Intervención psicológica en trastornos de conducta alimentaria y obesidad.
En muchas ocasiones nos han preguntado ¿qué papel juega la familia en el tema de las adicciones?, la respuesta es contundente: la familia es parte fundamental del proceso de origen, rehabilitación y recuperación de las adicciones, incluso juega un papel importante en la prevención de recaídas.
El proceso adictivo es una condición que afecta a todo el sistema familiar, por lo tanto dentro del proceso de recuperación también es importante su recuperación.
Cuando una persona pasa de un proceso de consumo a una adicción, la familia vive una actitud de negación, es decir, niega que exista un problema de adicción o minimizan la situación. Se niega que la situación que están viviendo ha generado problemas o cambios en la estructura y funcionamiento familiar y por supuesto, existe dificultad para reconocer que la adicción está afectando en la salud mental o física de cada uno de sus miembros.
La familia puede empezar a tener obsesiones con la adicción e intentar ayudar con conductas de control, sobreprotección, recriminación o intentos de disciplinar a la persona adicta. Esto se origina porque los miembros de la familia creen que está en su mando poder cambiar a la persona adicta y asumen la responsabilidad de hacerlo, en ocasiones por sentirse culpables o responsables.
Sin embargo, esto genera tensión en el sistema familiar que desencadena múltiples problemas. Por un lado, la familia desea ayudar al adicto y por el otro, el adicto desea dejar de sentirse invadido o controlado por los demás. Esta situación hace que el problema se haga crónico y poco a poco el sistema familiar enferme.
La familia comienza a guardarse muchas emociones como tristeza, dolor, enojo o frustración; las obsesiones continúan y se vuelven un modo de vivir.
Los familiares sienten miedo de poder expresar lo que sienten y pasan por un proceso de temor al pensar que pueden empeorar la situación. (También pueden perder la seguridad en sí mismos y creer que han perdido la cordura).
En ocasiones, es la familia quién toma el mando y decide salir de esta condición, pedir ayuda a profesionales o instituciones especializadas en el tratamiento para las adicciones.
La familia necesita ser parte de la rehabilitación. Para ello se recomienda sesiones de terapia familiar donde puedan comprender cómo se originan las adicciones, identificar formas de ayuda que no sirvieron y generar un plan de prevención de recaídas entre todos los miembros.
Si la familia logra reconocer que la responsabilidad de mantenerse en abstinencia es de la persona adicta y ser una red de apoyo saludable (no desde el control, disciplina, o recriminando), existirán mejores pronósticos de la recuperación de todo el sistema familiar.
Recuerda la importancia de consultar a un especialista, en Abedul Life Center podemos orientarte.
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