La preparación y al acondicionamiento son factores importantes para un boxeador de cara a una pelea. Hay factores internos y externos que afectan su rendimiento y ese fue el caso del Carlos Ornelas el sábado anterior, en su sorpresiva y dolorosa derrota ante el capitalino Edwin “Pupo” Palomares, en el esperado regreso del boxeo en vivo durante la función de “Volvemos con Punch” en las instalaciones de TV Azteca Ajusco.
El apodado “Chinito” salió con ímpetu desde el campanazo inicial y tuvo buen inicio ante su retador. Pero con el paso de los minutos y de los asaltos, Carlos fue perdiendo el control de la pelea mientras transcurrían los 2 minutos y 32 segundos del quinto round, momento en el que el bajacaliforniano puso rodilla en piso y su esquina respaldo de forma correcta su decisión de abandonar la pelea.
Ornelas mostró falta de aire y condición en varios pasajes del combate, siendo notorio que le afectó la altura de la Ciudad de México, al venir de entrenar de una zona al nivel del mar como lo es Baja California. Es bien conocido el efecto que causa la CDMX en los visitantes, causando dolor de cabeza y en algunos casos presión baja en aquellos que no están acostumbrados al ambiente, donde hay que agregar la contaminación como otro factor.
Por su parte, Palomares aprovechó su condición de local para utilizar todas las características antes mencionado a su favor. Cabe destacar que es la segunda ocasión en la que Ornelas cae en la capital mexicana, ya que ahí fue donde perdió el invicto frente a Willmank Canonico Brito en el Deportivo de los Trabajadores del Metro, en Iztacalco por ahí del 2018.
Tomando en cuenta ambas experiencias, el “Chinito” y cualquier otro boxeador que enfrente las mismas condiciones adversas deben valorar mejor su zona de entrenamiento y poner en la balanza aquellas características que no pagan en un juego su integridad como boxeadores.
