Todos en algún momento de la vida hemos sentido cuando el corazón se nos detiene por un momento, ya sea de alegría o de tristeza. Una mujer se encontraba revisando una lista de perros adoptables cuando se encontró con una foto que hizo que su corazón se detuviera.
En dicha lista se encontraba su antiguo y fiel cachorro, su mejor amigo, Kovu, a quien Aisha Nieves había perdido de forma devastadora dos años antes en su domicilio en Allentown, Pensilvania . En junio de 2019, Kovu, una mezcla de pit bull y rottweiler, fue capturado como si fuera un perro callejero después de que un automóvil se estrellara contra la cerca de Nieves y creará un agujero por el cual el perro se escapó.
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Amorosa readopción
Kovu fue rescatado y llevado a la Sociedad Protectora de Animales del Condado de Lehigh, LCHS, por sus siglas en inglés. Aquí fue rebautizado como Ash, durante cuatro meses, Kovu se sometió a tratamiento médico para las pulgas y la inflamación hasta que estuvo listo para ser adoptado.
Durante ese tiempo, Nieves buscó desesperadamente a su perro, pero cuando acudió a la organización Humane Society preguntando si lo habían visto, ya era demasiado tarde. Kovu había encontrado un hogar con otra familia. Sin embargo, después de casi dos años, la familia se enfrentó al desalojo debido a la pandemia de coronavirus y se vio obligada a devolver a Kovu a la organización.
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Fue entonces cuando el rostro familiar del cachorro reapareció en el sitio web al mismo tiempo que Nieves buscaba una nueva mascota. Al reconocer la pequeña cicatriz sobre su ojo derecho, Nieves estaba segura de que era su bebé e inmediatamente llamó a la organización.
“Después de presentar prueba de propiedad al LCHS, la mujer fue a visitar al perro, para todos fue evidente que cuando se reunieron, Ash era, de hecho, Kovu, su amada mascota de años atrás”.
Aunque le preocupaba que su mejor amigo ya no la reconociera después de años separados, no pasó mucho tiempo para que los dos se volvieran a enamorar al instante.
El 18 de junio, el día en que se reunieron, Nieves y el perro se miraron a los ojos y él inmediatamente comenzó a mover la cola.
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“Tan pronto se acercó, empezó a llorar y gritar y a gritar y saltar sobre mí besándome. Lo amo tanto. Estoy tan feliz de que haya vuelto”.
Después de su reunión, en la que Kovu corría en círculos y saltaba a los brazos de Nieves una y otra vez, se fueron a casa.
La organización humanitaria alienta a todos los dueños de mascotas a colocar una placa, microchip o matricular a sus mascotas para que, en caso de que se pierdan, puedan regresar a casa más fácilmente.
