La imagen recorrió el mundo en cuestión de minutos: una figura recostada en una cama de hospital, sonrisa serena, mensaje breve pero potente. Neymar fue operado de la rodilla izquierda y, aunque el diagnóstico médico es optimista, la pregunta ya flota en el aire del fútbol mundial: ¿alcanza el tiempo para llegar con Brasil a la Copa Mundial de la FIFA 2026?
El astro brasileño regresó a su país para someterse a una artroscopía de menisco, una intervención que había postergado para ayudar a Santos a evitar el descenso en el Brasileirao. La cirugía fue realizada por Rodrigo Lasmar, médico de la selección de Brasil, y si no hay contratiempos, el tiempo estimado de recuperación es de un mes, justo en el arranque de la pretemporada del club paulista.
A nivel contractual, el panorama comienza a aclararse. Tras asegurar la permanencia y la clasificación a la Copa Sudamericana, Neymar está cerca de renovar por seis meses más con Santos, con un objetivo claro: mantenerse competitivo y visible de cara a la Copa Mundial de la FIFA que se jugará en Estados Unidos, México y Canadá.
Neymar vuelve al quirófano | ¿Llegará a tiempo al Mundial 2026?
Una recuperación clave para el sueño mundialista
Desde aquella grave lesión sufrida en 2023 ante Uruguay, Neymar no volvió a vestir la camiseta de Brasil. La llegada de Carlo Ancelotti al banquillo de la Canarinha en 2025 tampoco le abrió aún las puertas, pero el seleccionador italiano nunca descartó su regreso.
El propio Neymar fue cauteloso al hablar de su futuro. Tras el cierre del campeonato brasileño, reconoció que necesitaba desconectarse mentalmente antes de decidir los próximos pasos. Sin embargo, su entorno dejó claro que el foco está puesto en llegar en plenitud física a 2026, aunque el margen de error es mínimo.
Una promesa que reavivó la ilusión
Durante unos días de descanso en Estados Unidos, el atacante aprovechó para recargar energías antes de volver a Brasil. Allí, en São Paulo, apareció de manera sorpresiva en un festival musical y dejó una frase que encendió a todo un país.
“Vamos a hacer lo posible y lo imposible para que el Mundial llegue a Brasil”, lanzó, antes de prometer un gol si la selección alcanza la final. Un mensaje directo, emotivo y desafiante, fiel a su estilo.
Brasil espera. El tiempo avanza. Y Neymar, una vez más, camina sobre la delgada línea entre la duda y la esperanza.