El fútbol femenino en 2025 no fue solo una sucesión de torneos y títulos: fue un año de transición histórica, de emociones profundas y de mensajes claros para el mundo del deporte. En el centro de la escena estuvieron dos nombres que representan pasado y futuro: Marta, la leyenda que se despidió como los grandes, y Aitana Bonmatí, la futbolista que confirmó que esta era ya le pertenece.
Para la afición latina en Estados Unidos, fue imposible no emocionarse con un año que mostró el crecimiento, la madurez y la fuerza global del fútbol femenino. Estadios llenos, audiencias récord y figuras que ya no necesitan comparaciones con el fútbol masculino para brillar con luz propia.
Marta y una despedida que quedará en la historia
La despedida de Marta con la selección de Brasil fue uno de los momentos más conmovedores del deporte en 2025. En la Copa América femenina, la atacante selló su adiós a la Canarinha de la mejor manera: con goles, liderazgo y un título más para su vitrina. Dos anotaciones suyas en la final ante Colombia bastaron para inclinar la balanza y recordar por qué es considerada, por muchos, la mejor jugadora de todos los tiempos.
Con seis Balones de Oro y una carrera irrepetible, Marta no solo ganó su cuarta Copa América, también fue elegida la mejor jugadora del torneo. Su salida dejó una sensación agridulce: nostalgia por su adiós, pero gratitud por haber sido testigos de una era que marcó al fútbol femenino para siempre.
Aitana Bonmatí y la confirmación de una era dominante
Mientras una leyenda se despedía, otra consolidaba su reinado. Aitana Bonmatí volvió a ser protagonista absoluta al ganar por tercer año consecutivo el Balón de Oro femenino y el premio The Best de la FIFA, confirmando su dominio en la élite mundial.
Aunque España cayó en la final de la Eurocopa femenina ante Inglaterra y el Barcelona perdió la Champions frente al Arsenal, el nivel de Aitana fue incuestionable. Su visión, control del ritmo y personalidad la convirtieron en la jugadora más influyente del año.
Bonmatí no solo gana premios: inspira. Representa a una generación que creció viendo a Marta y ahora toma la posta para llevar al fútbol femenino internacional a nuevas alturas.
