Las espantosas advertencias de una crisis financiera parecen estar a un millón de millas de distancia de la realidad de la Premier League.
Cuando el Chelsea está gastando de una manera que recuerda los primeros días de Roman Abramovich o del Manchester City cuando estaba dispuesto a pagarle a Lionel Messi lo que quisiera; hablar de vacas flacas, fatalidad, austeridad y un juego al borde del abismo parece contradictorio.
Pero el presidente de la Juventus, Andrea Agnelli, presidente de la influyente Asociación de Clubes Europeos, no ve una desconexión entre sus palabras y el panorama en todo el continente.
De hecho, desde la perspectiva de Agnelli, es simple: las excepciones prueban la regla.
El italiano es mesurado, tranquilo y contundente, los grandes gastadores de Premier representan una proporción pequeña pero esperada del gran mercado europeo.
Un mercado que se enfrenta al mayor ejercicio de apretarse el cinturón en la historia del fútbol como resultado de la crisis del Covid-19.
Pero que, por su propia naturaleza, se encuentra en un estado de cambio que permite a equipos como el Chelsea aprovechar una posición de fuerza magnificada por las repercusiones globales de la pandemia. Agnelli, en su discurso de apertura ante la asamblea general de la ECA el martes, describió las fuerzas financieras que enfrenta el fútbol.
Explicó que, como resultado de Covid-19, incluso los clubes más grandes de Europa tienen que lidiar con recibos de entrada “cero”, emisoras que exigen reembolsos, una cierta disminución en los valores de patrocinio, una reducción masiva en las ventas de merchandising y un “20 a 30 por ciento en la caída en el valor del mercado de fichajes de verano.
Podría haber sido incluso peor. La ECA ha calculado que el costo de 3.6 mil millones de libras por la pandemia casi se habría duplicado a 6.4 mil millones libras, si la mayoría de las ligas europeas no hubieran podido llegar a una conclusión a puertas cerradas este verano.
Agnelli advirtió: “Tengo el temor de que algunos de los grandes clubes probablemente sufrirán pérdidas que sean más grandes que federaciones o confederaciones enteras en todo el mundo”.
Pero el directivo de la Juventus explicó que siempre habría excepciones y una de ellas es el Chelsea, que tuvo una combinación de la enorme tarifa que recibieron por Eden Hazard y la prohibición de transferencias de la temporada pasada que aunque se extendió voluntariamente hasta la ventana de enero, a pesar de que el club ganó su apelación para que la penalización original se redujera a la mitad, se ve en los Blues una situación más fuerte que la mayoría.
Por: Guillermo Santisteban
