Justo un mes después de reanudarse la máxima competición española, con el Barcelona liderando el torneo, el Real Madrid se proclamó campeón con una jornada de adelanto gracias a su imponente racha de diez victorias al hilo que sacaron todo el provecho a los regalos de un conjunto blaugrana incapaz de seguir su ritmo.
El Barcelona estaba en primera posición para conseguir su tercer título consecutivo cuando la campaña se reinició en junio, tras el parón por el covid-19, pero empató tres de sus nueve partidos, mientras que el Real Madrid se mostró implacable con una racha imparable de victorias.
Los empates que cedió el equipo, en ese entonces de Quique Setién, frente a Sevilla, Celta y Atlético de Madrid acabaron por ser definitivos en su contra. El balompié español se detuvo con 27 fechas disputadas y el peor Barcelona de los últimos años mandando en la tabla. El Barcelona cedió el trono de La Liga al Real Madrid luego de perder 1-2 frente al Osasuna, quedando sin posibilidades de disputar el título, pues además el Real Madrid sumó otra victoria ante el Villarreal.
Luego de disputar la jornada restante que le quedó a La Liga, los blaugrana se enfocaron de lleno en la Champions League, el único torneo en el que seguían con vida y en donde tenían pendiente el juego de Vuelta de los Octavos de Final frente al Napoli, con la eliminatoria empatada 1-1.
El final de La Liga dejó una profunda frustración dentro del club blaugrana y entre los aficionados por cómo transcurrió aquella temporada, con la sensación generalizada de que la habían tirado a la basura, poniendo fin de esta forma al reciente dominio del Barcelona sobre La Liga.
