Liverpool, Inglaterra.- El Liverpool avanzó en la cuarta ronda tras vencer al Shrewsburt Town por marcador de 1-0. Este partido fue ‘el replay’ tras el empate a dos tantos del pasado 26 de enero.
A pesar de tener más tiempo la posesión del balón, con un 58 por ciento, los “Reds” lograron sacar el triunfo con el autogol de Ro-Shaun Williams al minuto 75, que les dio el pase a los octavos de final, en donde enfrentarán al Chelsea de Frank Lampard.
En esta ocasión, el técnico de la sub 23, Neil Critchley, fue quien dirigió este compromiso para darle el voto de confianza a todos los canteranos, colocando al equipo más joven de la temporada, que promedió 19 años y 102 días.
Las emociones vinieron hasta la parte complementaria, específicamente al minuto 57, con la anotación de Shaun Walley, sin embargo, dicha acción fue revisada por el VAR y anulada por un previo fuera de lugar.
Más tarde, en un centro a la altura del área grande, que no llevaba mucho peligro, el defensor Williams la mandó hacia su propio marco ante la falta de comunicación con su guardameta, Max O’Leary, para gestar el único tanto del encuentro.
Al final, Shrewsburt Town se volcó al frente para intentar empatar el marcador, pero Liverpool fue precavido y, al minuto 89, desperdició una jugada de contragolpe con un pase que quedó muy largo para que despejara el portero, a pesar de que cinco delanteros habían quedado en ideal posición para realizar el segundo.
A pesar de tener más tiempo la posesión del balón, con un 58 por ciento, los “Reds” lograron sacar el triunfo con el autogol de Ro-Shaun Williams al minuto 75, que les dio el pase a los octavos de final, en donde enfrentarán al Chelsea de Frank Lampard.
En esta ocasión, el técnico de la sub 23, Neil Critchley, fue quien dirigió este compromiso para darle el voto de confianza a todos los canteranos, colocando al equipo más joven de la temporada, que promedió 19 años y 102 días.
Las emociones vinieron hasta la parte complementaria, específicamente al minuto 57, con la anotación de Shaun Walley, sin embargo, dicha acción fue revisada por el VAR y anulada por un previo fuera de lugar.
Más tarde, en un centro a la altura del área grande, que no llevaba mucho peligro, el defensor Williams la mandó hacia su propio marco ante la falta de comunicación con su guardameta, Max O’Leary, para gestar el único tanto del encuentro.
Al final, Shrewsburt Town se volcó al frente para intentar empatar el marcador, pero Liverpool fue precavido y, al minuto 89, desperdició una jugada de contragolpe con un pase que quedó muy largo para que despejara el portero, a pesar de que cinco delanteros habían quedado en ideal posición para realizar el segundo.
