Durante meses, los rumores fueron más grandes que las certezas. El despido de Christian Horner como jefe de Red Bull sacudió la Fórmula 1 , con versiones que iban desde conflictos internos hasta viejos escándalos revividos. Pero ahora, Helmut Marko —la figura más veterana del equipo— rompió el silencio: la razón fue mucho más simple... y mucho más devastadora.
Te puede interesar: Salen a la luz nuevos detalles del despido de Christian Horner: La reunión secreta en Londres que cambió todo
La historia de Checo Pérez y Red Bull llega a su fin
No fue un escándalo. Fue el bajo rendimiento
Desde Bélgica, Marko lo dijo sin rodeos: “Fue una decisión tomada por Oliver Mintzlaff, y se la comunicamos a Horner en Londres. Fue resultado de varios factores… pero principalmente, el rendimiento ya no estaba donde debía estar”.
Así, se esfuma la teoría de que el despido obedecía a tensiones personales o temas externos. Para Red Bull, el problema era más profundo: un declive competitivo que coincidía con la salida de piezas clave del equipo y la incertidumbre en torno a Max Verstappen.
Marko agradeció públicamente a Horner por sus 20 años y 8 títulos mundiales, pero dejó claro que la decisión fue meditada. Red Bull ya no dominaba como antes. Y eso, en la Fórmula 1, tiene consecuencias.

Te puede interesar: ¿El rápido regreso de Horner a la F1? Revelan cuál sería su próximo equipo
Laurent Mekies, el elegido para cambiar la historia
En lugar de buscar fuera, Red Bull promovió desde casa. Laurent Mekies, proveniente de Racing Bulls, fue designado como el nuevo director con una estructura más enfocada: él se encargará únicamente del rendimiento en pista. Nada de marketing, nada de proyectos paralelos. Solo velocidad.
“Es un excelente ingeniero”, explicó Marko. “Y ya hemos visto cómo se comunica con el personal. Eso nos da esperanza para regresar poco a poco a la cima”.
Red Bull apuesta por la simplicidad en un mundo cada vez más complejo. Y el primer paso fue cortar a su hombre más icónico.