El Inter Miami vive uno de los momentos más dulces de su joven historia tras conquistar su primera MLS Cup, pero lejos de conformarse, el club ya mira hacia adelante. Y lo más llamativo es que el mensaje interno no llegó desde Lionel Messi, sino desde otro referente del vestuario que levantó la voz con claridad: Rodrigo De Paul.
El mediocampista argentino, campeón del mundo y uno de los pilares del equipo, entiende que el éxito reciente no garantiza el futuro. Con la posible salida de Sergio Busquets en el horizonte, De Paul considera urgente reforzar el mediocampo si el Inter Miami quiere mantenerse en la cima de la Major League Soccer y consolidarse como proyecto dominante en Estados Unidos.
De Paul toma liderazgo y pide jerarquía europea
Dentro del vestuario del Inter Miami, la postura de De Paul no pasó desapercibida. El argentino empuja la llegada de futbolistas con experiencia europea, liderazgo probado y capacidad para ordenar el juego en momentos clave. Su visión es clara: un equipo con tanto talento ofensivo necesita equilibrio, carácter y lectura táctica en el centro del campo.
Desde el entorno del club se valora su influencia no solo en lo futbolístico, sino también en lo emocional. De Paul se ha convertido en un líder silencioso, alguien que entiende los códigos del alto rendimiento y que busca evitar que el Inter Miami caiga en la complacencia tras el título.
Inter Miami planea el siguiente gran salto
La dirección deportiva comparte el diagnóstico. El objetivo es sostener un proyecto ganador, rodeando a Messi, De Paul y las figuras actuales con piezas capaces de responder en partidos de alta exigencia. El perfil buscado apunta a jugadores acostumbrados a competir en Europa, con mentalidad ganadora y peso específico en el vestuario.
El contexto contractual de algunos nombres abre la puerta a negociaciones estratégicas rumbo a 2026. Aunque los clubes europeos no planean desprenderse fácilmente de sus figuras, el atractivo del proyecto del Inter Miami y la posibilidad de compartir vestuario con Messi juegan a favor del club estadounidense.
Además, no se descartan alternativas de alto impacto, incluidos atacantes con pasado europeo y vínculos personales con figuras del equipo, lo que mantiene encendido el radar del mercado.
El mensaje es contundente: el Inter Miami no quiere ser campeón solo una vez. Y esta vez, la exigencia llegó desde dentro.
