La NBA dio un paso histórico en el Caribe al inaugurar en Puerto Rico su primera NBA Basketball School, una iniciativa que va mucho más allá del deporte. No se trata solo de entrenar futuros jugadores, sino de invertir en el presente y futuro de la niñez y juventud puertorriqueña, utilizando el baloncesto como una poderosa herramienta de transformación social.
Entre balones, sonrisas y sueños por cumplir, la Isla se convirtió en protagonista de un proyecto que alinea a Puerto Rico con los estándares internacionales de formación deportiva de la liga más influyente del mundo. La llegada de esta escuela confirma algo que la NBA ya sabía: el talento boricua existe y merece oportunidades reales.
Una escuela NBA que apuesta por educación, valores y futuro
La NBA Basketball School en Puerto Rico está dirigida a niños y jóvenes entre los 6 y 18 años, con un currículo oficial que combina entrenamiento técnico, desarrollo competitivo y formación personal. Disciplina, liderazgo, respeto y trabajo en equipo son pilares del programa, que busca formar personas antes que atletas.
El proyecto cuenta con el respaldo de Rafael Carrero, presidente de NBA Basketball School y representante de Multinational Insurance Company, quien destacó que esta iniciativa representa una puerta sin precedentes para el talento local. La inauguración reunió a figuras clave como Dawn Smyth, representante de la NBA, y al ícono internacional Daddy Yankee, reforzando el impacto cultural y social del evento.
Más que una escuela, la NBA establece en Puerto Rico una plataforma de crecimiento que conecta a los jóvenes con una metodología global, sin necesidad de salir de la Isla para recibir formación de primer nivel.
Deporte como motor de impacto social en Puerto Rico
Las primeras clínicas se realizaron en el Colegio Universitario de San Juan, con la participación de más de 100 niños y niñas de entre 8 y 10 años, distribuidos en dos turnos. El entusiasmo fue inmediato y evidenció la necesidad de espacios estructurados de formación deportiva en Puerto Rico.
El respaldo institucional fue clave. El Municipio de San Juan, encabezado por el alcalde Miguel A. Romero Lugo, junto al vicealcalde Israel Isea y el director de Recreación y Deportes Magdiel Rivera, reafirmó su compromiso con el desarrollo integral de la niñez.
Con esta apuesta, la NBA no solo expande su marca, sino que invierte en comunidad, educación y oportunidades, enviando un mensaje claro: Puerto Rico es parte del futuro del baloncesto global.
