Ciudad de México.- Ser árbitro es estar en el ojo del huracán, muchas veces al silbante le toca ser el villano de la película.
“El equipo que gana, gana a pesar del árbitro; el equipo que pierde, pierde por el árbitro y cuando empatan, ahora sí que no tienen a quien echarle la culpa. Créeme que ya estamos bastante acostumbrados a nuestra cultura en el fútbol”, comentó el silbante Diego Montaño.
Para muchos árbitros mexicanos lo más complicado es la crítica, sobre todo aquella sin fundamento.
“Este es el tema que hace que todo mundo que algún día practicó un deporte a cualquier nivel crea conocer el reglamento, hoy en día sabemos que son muy pocas personas, son muy pocos los futbolistas, compañeros que están dentro del medio de comunicación que tienen un pleno conocimiento reglamentario” dijo Adonaí Escobedo, colegiado de la Liga MX.
“Lo más difícil es la situación postpartido cuando hay alguna situación adversa, alguna toma de decisión que tú hayas hecho en contra de tal equipo, del equipo A o del equipo B, generalmente es lo que tú dices, bueno porque tanto odio hacia la autoridad, pero bueno, poco a poco te vas acostumbrando, añadió el colegiado Fernando Guerrero.
Otra cuestión es la hostilidad sobre su trabajo, situaciones que es vital saber manejar.
“Es parte del futbol, es algo que aceptamos, es algo que al final terminamos disfrutando”, sentenció Adonaí Escobedo.
“Fíjate que te vas adaptando, yo afortunadamente me sirvió mucho cuando yo me dedicaba a cantar, cantaba con público, te enfrentas a ese miedo escénico que te da y lo vas perdiendo, cuando ya estás en un estadio en primera división, al contrario, yo siento bonito, no digo que me gusten las mentadas, pero si siento bonito estar ahí en el estadio”, agregó Fernando Guerrero.
Pero todo trabajo tiene su recompensa y para Montaño, Escobedo, Hernández, Ramos, Guerrero, García, Ortiz, Santander, Pérez y Macías es un orgullo recibir su gafete FIFA que los reconoce como los mejores de México.
Información de Luis Enrique Alfonzo
