Ciudad de México.- En los albores de la década pasada, Cuauhtémoc Blanco recibió el golpe más severo de su carrera deportiva. En un partido de eliminatoria mundialista con la Selección Azteca, apenas tocó el balón dentro del área y una patada del trinitario Ancil Elcock le destrozó la rodilla derecha.
Ese 8 de octubre del 2000 es un pasaje negro en la excelsa carrera del mejor futbolista mexicano en los últimos 23 años, pero también resultó una prueba de vida para él.
Durante su rehabilitación, a Cuauhtémoc sólo lo acompañó el silencio de Valladolid y un llanto que más de una vez lo tuvo a punto de tomar un avión para regresar a México; estaba deprimido, bajó de peso; sin embargo, sacó el carácter que forjó en el barrio bravo y decidió que se levantaría…
“Pasé por el peor momento de mi carrera”, reveló años después Cuauhtémoc Blanco.
Fue la lesión más cruel que ha vivido, la que lo privó de triunfar en Europa, pero regresó; 10 meses después, la estela encorvada de Cuauhtémoc volvió a los campos y lo hizo para escribir una historia brillante llena de alegrías y algunos sinsabores...
¿Te perdiste el primer capítulo? Da click en el siguiente enlace
