Los lanzadores de los Cleveland Guardians, Emmanuel Clase y Luis Ortiz enfrentan una situación legal crítica tras ser acusados por la Fiscalía de Nueva York de fraude, conspiración y soborno, en medio de un presunto caso de apuestas deportivas ilegales que sacude al béisbol de Grandes Ligas.
Según los fiscales federales, ambos jugadores participaron en un plan para amañar actuaciones individuales con el fin de beneficiar a apostadores en línea. De acuerdo con los documentos judiciales, el castigo máximo al que podrían enfrentarse alcanza los 65 años de prisión si son hallados culpables de todos los cargos.
Los delitos que se les imputan a los peloteros
El dominicano Luis Ortiz fue arrestado el domingo en Boston y deberá presentarse ante la corte este lunes. Por su parte, Emmanuel Clase, de origen dominicano también, aún no ha sido detenido.
Las autoridades explicaron que los cargos se dividen en cuatro delitos:
20 años por conspiración para cometer fraude electrónico.
20 años por fraude por privación de servicios honestos.
20 años por conspiración para lavado de dinero.
5 años por conspiración para influir en eventos deportivos mediante sobornos.
El fiscal federal Joseph Nocella declaró que los jugadores “defraudaron las plataformas de apuestas en línea y traicionaron la confianza en el pasatiempo nacional de Estados Unidos”. Añadió que “cuando la corrupción se infiltra en el deporte, se daña la confianza pública en una institución querida por todos”.
Clase y Ortiz mantienen su inocencia
De acuerdo con los documentos judiciales, Clase habría acordado con un apostador en mayo de 2023 lanzar bolas intencionalmente para manipular los resultados de apuestas, mientras que Ortiz se unió al plan en 2025. Entre ambos ayudaron a generar más de 450 mil dólares en ganancias ilegales, de las cuales cada uno habría recibido cerca de 12 mil dólares.
A pesar de las acusaciones, ambos peloteros aseguran ser inocentes. El abogado de Ortiz, Chris Georgalis, declaró a ESPN que su cliente “jamás ha influido indebidamente en un partido, ni lo haría jamás”. Por su parte, el representante legal de Clase, Michael J. Ferrara, afirmó que su cliente “ha dedicado su vida al béisbol y demostrará su inocencia en los tribunales”.
El caso sigue bajo investigación y podría convertirse en uno de los escándalos más grandes en la historia reciente de la MLB, recordando a los infames casos de apuestas que marcaron otras eras del béisbol.
