Rudos o técnicos, héroes o villanos, no importan las diferencias, están son las tercias que más han trascendido en la historia de la lucha libre de México.
Los Brazos: Brazo de Plata, Brazo de Oro y El Brazo fueron una de las tercias más consentidas por el respetable. Siempre técnicos, con grandes demostraciones de calidad a pesar de no tener el físico más estético del pancracio.
Los tres fueron parte de la segunda generación de la Dinastía Alvarado. Misma que hoy se mantiene viva gracias a Psycho Clown, Máximo y La Máscara.
Los Villanos: Villano III, IV y V, los hermanos Díaz Mendoza, dueños de una de las máscaras más vistosas del arte de los costalazos.
Hijos de Don Ray Mendoza, los “Panteras Rosa” siempre cumplieron sobre el cuadrilátero, unas leyendas del encordado.
Los Hermanos Dinamita: Cien Caras, Universo 2000 y Máscara Año 2000 son toda una institución de la rudeza.
Máscaras, sangre y enemigos es lo que obtuvieron en tantos años de trayectoria.
En la actualidad, la caravana estelar de Lucha Azteca AAA tiene tercias dignas de escribir su nombre en la historia.
El Poder del Norte es como una familia, Mocho Cota Jr., Carta Brava Jr. y Tito Santana se conocen hasta con los ojos cerrados.
La Organización de Grandes Talentos, mejor conocidos como OGT’s, son la maldad sobre el cuadrilátero, Chessman, Averno y Super Fly saben del oficio de ser rudos.
Los Jinetes del Aire ostentan el Campeonato Mundial de Tercias de AAA, El Hijo del Vikingo, Laredo Kid y Myzteziz Jr. son un espectáculo aéreo.
Mención honorífica para Las Fresas Salvajes, Máximo, Mamba y Pimpinela Escarlata, todos son grandes exponentes de la lucha libre mexicana.
Por: Eder Calderón Juárez
