Desde el entorno del arquero, parece que su designación como portero titular ha servido como catapulta a una nueva realidad, una que, con Óscar Jiménez, lucía impensable.
Malagón, sin embargo, lo percibe distinto. Es consciente de sus cualidades y aguardaba el momento, pero el motivo de su alivio no iba a ser la debacle mediática y futbolística de un compañero. En entrevista con Azteca Deportes, contó cómo vivió la antesala de su debut con la camiseta del equipo más ganador de la Liga MX.
“En la semana (previa a enfrentar a los Tigres), yo no sabía nada, todo se veía normal y creo que fue hasta el miércoles que el profe de arqueros, Luis (Gurrola), se me acercó a decirme que el ‘Tano’ (Fernando Ortíz) le había dicho que iba yo. Ese fue un momento muy lindo, porque yo lo anhelaba, lo buscaba”, inició.
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Malagón recordó un mal moento en el América
Por aquellos días —cercanos en el plano temporal y lejanos en el deportivo— el ambiente en Coapa estaba tenso. La derrota 0-3 en casa, contra el Pachuca, era un grito de auxilio, que se perdía entre la ensordecedora rechifla que el Estadio Azteca, esa noche, le dedicó a Óscar Jiménez. Luis Ángel nunca lo celebró.
“Fue triste lo que le pasó a Oscar, pero él se me acercó y me deseó lo mejor, igual yo le dije que siempre iba tener mi respeto; es un tipo que aprecio y admiro, y yo creo que eso nos ha mantenido bien hasta el día de hoy”, recordó.
Así llegan las oportunidades. Él no se alegró por el oscuro pasaje de su colega; simplemente entendió que era su turno de ponerse los guantes y reforzó su mente con los pilares que lo acompañaron en la senda a la cumbre.
“Mi abuelo, que en paz descanse, es un tipo que me enseñó el futbol, la vida, todo. Antes de jugar, me acordé de él, de mis papás, de gente importante que está y que, lamentablemente, marchó a un mejor lugar”, relató.
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Enfrentar a los Tigres, en el Universitario, tenía un aditivo: Malagón no es el primero en su familia que se pone la casaca azulcrema y, tampoco, que destaca frente a la escuadra de San Nicolás de los Garza.
“Un tío mío jugó aquí, (Jesús Alberto) ‘Churpias’ Moreno, lo trajo Nacho Ambriz. Sólo jugó un partido y fue contra Tigres y le metió gol. Perdieron 4-1; en ese momento, yo no le iba al América, porque estaba en Morelia, pero imagínate que un familiar jugara en América y metiera un gol. Te hace recordar muchos momentos”, expuso.
El ‘Churpias’ no se llevó los tres puntos y, probablemente, tampoco el recuerdo del público. Su sobrino salió del ‘Volcán’ con un triunfo que en nada se relaciona con la victoria 0-2. Con el América, la historia de Malagón ya comenzó.
