La historia de las Copas del Mundo ha estado marcado por situaciones y anécdotas que se han ganado un lugar en la historia y en el recuerdo de los aficionados y a menos de una semana para que la máxima fiesta del fútbol de comienzo en Qatar 2022, resulta interesante repasar el antecedente de un partido que se repetirá, en diferente instancia, ahora en el certamen que se desarrollará en tierras árabes entre las selecciones nacionales de Uruguay y Ghana, siendo en Sudáfrica 2010 la última vez que estos equipos se vieron las caras en un Mundial.
Dicho encuentro enfrentó a las escuadras sobre la cancha del Estadio Soccer City de Johannesburgo por los cuartos de final, cotejo que finalizó empatado a un gol por bando en tiempo regular, forzando a los tiempos extra en donde se suscitaría una jugada que quedaría marcada en la historia por lo curioso de su caso.
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La mano de Luis Suárez que le daría el pase a Uruguay en Sudáfrica 2010
Corría el minuto 120 cuando en una serie de rebotes e intentos de remate en el área uruguaya, producto de un tiro libre en contra, el jugador ghanés Dominic Adiyiah sacó un remate de cabeza en el rectángulo chico con dirección a portería, inatajable para el arquero Fernando Muslera, sin embargo, el delantero Luis Suárez, quién se encontraba en la línea, desvió el balón con las manos, evitando la anotación africana, por lo que recibió la tarjeta roja y se decretó la pena máxima en favor de sus rivales.
Tras la expulsión de Suárez, el encargado de cobrar el penal sería Asamoah Gyan, fallando el tiro al estrellarlo en el travesaño en la última jugada del partido para obligar a la definición del semifinalista desde los 11 pasos, que a la postre le daría el triunfo a Uruguay por 4-2, con un Sebastián “Loco” Abreu anotando el penal definitivo con un gol a lo “Panenka”.
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