No necesitas mucho para empezar y esa es una de las grandes ventajas respecto a otros deportes. Sólo necesitas un buen par de tenis para soportar tu peso y el impacto de tu pisada, esto ayuda a reducir las posibilidades de una lesión.
El calentamiento y enfriamiento post ejercicio son dos fases en el entrenamiento que no se puede saltar. Es muy importante que realices tanto uno como otro siempre que salgas a correr. Ten en cuenta que no calentar antes de un entrenamiento puede ocasionar tirones o calambres en tus músculos y si no estiras después de correr es muy probable que al día siguiente notes tus piernas más doloridas
Si eres principiante, no debes planear una distancia completa para una sola sesión. Segun los expertos se aconseja divídirla en intervalos e intentar que sean cortos al principio, ademas de caminar entre cada intervalo para recuperarse un poco. Lo ideal es empezar alternando 2 minutos de trote y 2 minutos de caminar. Aumentando en un minuto la duración hasta que sepueda correr sin tener que parar a caminar. Lo ideal es comenzar con con lapsos tranquilos de 20 a 30 minutos. En las semanas siguientes se podrá ir incrementando hasta los 40-50 minutos de carrera continua.
El mejor aliado para saber si debes seguir corriendo es tu propio cuerpo. Si sientes dolor, seguramente sea una señal de que estás sometiendo a tu cuerpo a un sobreesfuerzo y necesitas un descanso.
Debes tener en cuenta que tus músculos necesitan tiempo y energía para recuperarse y repararse. El hecho de no descansar hará que te sientas más débil e incrementará enormemente el riesgo de padecer una lesión cada vez que salgas a correr. Corre un día y descansa el siguiente, esa es la manera más simple de asegurarse de que no tendrás problemas a la hora de empezar a practicar este deporte desde cero.
Salir a correr, como cualquier otro deporte, necesita una constancia y llevar una vida sana. Para mejores resultados se pueden dejar de lado malos hábitos como: consumir comida rápida a menudo, trasnochar, comer en exceso y de manera no balanceada, etc.
Finalmente fíjate un objetivo, una meta alcanzable lo suficientemente motivadora que no te haga perder las fuerzas y te impulse a cumplir con tu programa de entrenamientos semanales.
