Diesciseis mil 606 kilómetros después, el gran circo del automovilismo deja Europa y aterriza en Singapur, para la única carrera nocturna del año y antepenúltima en Asia de la temporada de F1.
El circuito Marina Bay es uno de los más demandantes entre los 21 del calendario 2019, el primer reto a superar por los pilotos es el físico, dentro del monoplaza deben soportar temperaturas alrededor de los 60 grados centígrados que genera que puedan perder hasta 4 kilos en 2 horas durante la carrera el domingo. Las previsiones para luchar con tanto calor son simples, toallas humedas, baños de 5 a 20 minutos en tinas con hielo y beber muchos líquidos son las arma para contrarrestar las altas temperaturas que puede generar deshidratación y que los reflejos y mente de los pilotos no esten al 100%.
Además tendrán que enfrentarse a uno de los circuitos que más cambios de velocidades exigen, más frenadas piden y que no perdona los errores pues el más mínimo los pone contra el muro de esta pista callejera.
Sin lugar a dudas, el Gran Premio de Singapur es espectacular, desde la noche previa hay conciertos con artistas del calibre de Red Hot Chilli Peppers, Muse, Swedish House Mafia, etc.
Con 4 victorías cada uno, Vettel y Hamilton son los pilotos con más triunfos en este circuito, pero al no haber largas rectas las cosas se emparejarán y tipos como Max Verstappen y Charles Lecrlerc entran en la ecuación y se convierten en serios aspirantes a ganar.
Quedan 7 Grandes Premios en el año y el asalto final al campeonato se prepara, Lewis Hamilton tiene una ventaja de 63 puntos sobre el segundo lugar su compañero de equipo Valtteri Bottas, si todo sale conforme a los pronósticos el británico podría levantar su sexto campeonato en Japón (debe tener 106 pts de ventaja) o México (79 puntos de ventaja).
