Varsovia Polonia. Vestido con un patriótico traje rojo y blanco y una corona de oro adornada con pequeños balones de futbol, Andrzej Bobowski se está preparando para asistir a su undécimo Mundial.
El aficionado polaco de 78 años ha estado en cada Copa del Mundo desde 1978, incluso cuando su propia selección no participó.
Esta vez, al menos, no tiene esa preocupación en mente. “Soñé que jugamos la final con Rusia”, dijo Bobowski. “Voy a asistir al primer partido con Senegal en el estadio Spartak. Luego vuelo a Kazán (...) luego a Volgogrado”, destacó en referencia a los choques por el Grupo H contra Colombia y Japón.
Bobowski, conocido en su país como “el rey de los hinchas polacos”, dijo que otros simpatizantes a los que conoció en Mundiales previos le dijeron que recibirá una “bienvenida real” en Kazán.
El exconstructor ha visto 135 partidos mundialistas en el estadio desde que viajó a Argentina en 1978 con un boleto comprado por su esposa. Desde entonces, se ha casado de nuevo y pese a sus 78 años no se siente amilanado por los complejos preparativos de viaje para dos personas.
“Desarrollé mis rutas a través de Internet: dónde aterrizo, el hotel, cómo llegar al estadio desde el hotel”, destacó.
Y lo más importante es que ya tiene su atuendo listo.
Para el día a día usará una camiseta con el emblema de este Mundial en el frente y una lista de los torneos a los que asistió en la espalda.
Para los partidos vestirá un traje rojo y blanco -los colores de la bandera polaca- con su escudo de águila. El toque final es una corona decorada con las insignias de los torneos a los que ha ido y el lema “Rey de los hinchas polacos”.
Reuters
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