La Selección de Brasil, la más ganadora en la historia de la Copa Mundial de la FIFA, vuelve a pisar suelo estadounidense con una misión clara: reconectar con su grandeza y preparar el asalto definitivo al Copa Mundial de la FIFA 2026. La Canarinha anunció dos amistosos internacionales en Estados Unidos que prometen emociones fuertes para la afición latina.
Los días 26 y 31 de marzo, Brasil se enfrentará a Francia en Boston y a Croacia en Orlando, respectivamente. Dos rivales europeos de primer nivel, dos ciudades con fuerte presencia latina y un mensaje directo: la selección campeona quiere medirse ante la élite antes de la cita mundialista que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá.
Bajo la dirección del experimentado Carlo Ancelotti, Brasil busca recuperar su identidad futbolística y volver a enamorar con el jogo bonito, especialmente frente a un público latino que siempre ha hecho de Estados Unidos una segunda casa para la Verdeamarela.
Estados Unidos, el escenario clave del nuevo Brasil rumbo a la Copa Mundial de la FIFA 2026
La elección de Estados Unidos no es casualidad. La preparación de Brasil para la Copa Mundial de la FIFA pasa necesariamente por acostumbrarse a sedes, climas y estadios norteamericanos. Enfrentar a selecciones como Francia y Croacia representa una prueba de carácter para un equipo que llega con dudas, pero también con hambre de revancha.
“Buscamos rivales que nos exijan y nos pongan en aprietos”, explicó Rodrigo Caetano, coordinador de selecciones masculinas de la CBF. Antes, Brasil ya había medido fuerzas ante Corea del Sur, Japón, Senegal y Túnez, con resultados variados que dejaron lecciones importantes.
Aunque la Canarinha clasificó a la Copa Mundial de la FIFA 2026 tras una eliminatoria sudamericana irregular, el cuerpo técnico confía en que estos partidos en Estados Unidos marquen un punto de inflexión.
Ancelotti, presión, dudas y un grupo mundialista que no permite errores
Desde su llegada en junio, Carlo Ancelotti registra cuatro victorias, dos empates y dos derrotas. El balance es aceptable, pero insuficiente para una selección acostumbrada a dominar. El reto es mayúsculo: devolverle identidad y contundencia a un equipo que compartirá el Grupo C de la Copa Mundial de la FIFA con Marruecos, Escocia y Haití.
Para los fanáticos latinos en Estados Unidos, estos amistosos no solo son partidos. Son una oportunidad única de ver a una selección campeona del mundo en vivo, medir su verdadero nivel y soñar, una vez más, con levantar la Copa.
Brasil vuelve a Estados Unidos. Y cuando la Canarinha pisa este escenario, el Mundial empieza a sentirse más cerca.
