“Cochinero electoral”: INE avala elección judicial plagada de trampas

En los últimos días, México enfrenta una grave crisis institucional derivada del llamado “golpe de estado técnico” liderado por el régimen morenista, que está socavando la independencia y la autoridad del Poder Judicial.

Desde Palacio Nacional, las autoridades han intentado nuevamente ocultar la compleja realidad detrás de esta acometida autoritaria, usando discursos llenos de falsedades para manipular la percepción pública. Sin embargo, la verdad sobre los hechos es contundente y merece ser expuesta sin censura.

El instrumento que el gobierno emplea para controlar y difundir su narrativa oficial, el denominado “detector de mentiras”, afirmó que la mal llamada elección judicial fue un éxito rotundo. Esta versión oficial intenta minimizar las irregularidades denunciadas, pero la realidad reportada por el Instituto Nacional Electoral (INE) y sus propios consejeros desenmascara esta versión.

Según datos oficiales, el Consejo Electoral del INE excluyó del conteo final los votos de 818 casillas debido a irregularidades, cifra que representa apenas el 0.97% de las casillas instaladas. Sin embargo, minimizar este dato no implica que no existieran problemas graves. Los mismos consejeros electorales describieron la elección judicial como un “auténtico cochino”, enumerando numerosas trampas detectadas.

Entre las anomalías detectadas se encuentran boletas marcadas previamente, que fueron encontradas tanto por funcionarios como por personas ajenas a las casillas, como explicó Martín Faz, consejero del INE. Carla Humphrey, también consejera, señaló que algunas casillas presentaron una participación ciudadana igual o mayor al 100% de su listado nominal, sin justificación alguna. Estas irregularidades ponen en duda la legitimidad del proceso.

Además, se reestrenaron las llamadas “casillas zapato”, donde un reducido grupo recibió la totalidad de los votos, según denunció la consejera Dania Ravel. Pero la irregularidad más preocupante fue la detección de “acordeones” en al menos 23 estados, un mecanismo de posible propaganda ilícita financiada con recursos prohibidos, que coincidía exactamente con los nombres de los nueve ganadores para ministros de la Suprema Corte, tal como lo denunció Arturo Castillo, consejero del INE.

Esta serie de irregularidades no solo daña la confianza en la elección judicial, sino que representa un ataque directo a la justicia en México. La promesa de la presidenta del INE de que estas fallas no se repetirán parece ser solo palabrería, mientras el régimen morenista continúa concentrando el control de futuras elecciones en sus manos.