El Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas en España, uno de los más transitados de Europa, ha implementado nuevas restricciones de acceso debido al incremento de personas sin hogar que han tomado sus instalaciones como refugio nocturno. Desde hace meses, cientos de indigentes utilizan áreas públicas del aeropuerto como albergue improvisado, lo que ha generado problemas de seguridad, salubridad e incomodidad para pasajeros y personal.
Nuevas restricciones de ingreso en horario nocturno al aeropuerto Madrid-Barajas
A partir de ahora, y según lo comunicado oficialmente, solo podrán ingresar al aeropuerto entre las 21:00 y las 5:00 horas los viajeros con pasaje confirmado y los empleados de la terminal. Las autoridades aclararon que las terminales no estarán cerradas, pero el acceso quedará restringido en determinadas puertas y bajo control.
Personas sin hogar en el aeropuerto es una situación que venía en aumento desde principios de año
Cristina Rodríguez Sánchez, una mujer sin hogar, relató que lleva en el aeropuerto desde enero: “Me llamo Cristina Rodríguez Sánchez, llevo aquí 5 meses.”
La realidad es diversa entre los ocupantes del lugar. Algunos acaban de salir de prisión, otros no tienen ingresos, pero también hay quienes trabajan y, aun así, no pueden costear una vivienda.
“Algunos, 39% tenían empleo, mayoritariamente eran hombres, un 78%. El 90% salían durante el día del aeropuerto a intentar buscarse pues un poco la vida y sobrevivir.”, explicó Luis Hernández Vozmediano, director de Cáritas Madrid, una organización que ha seguido de cerca la problemática.
Seguridad en riesgo en el Madrid-Barajas: amenazas, robos y miedo en el estacionamiento
La presencia constante de personas durmiendo en pasillos, baños y áreas comunes del aeropuerto de Barajas trajo consecuencias visibles.
“Pues amenazas, robos, la gente tiene mucho miedo de ir al parking, por ejemplo, sobre todo las mujeres de noche.”, advirtió Antonio Llanera, secretario general de un sindicato del aeropuerto.
El temor se ha intensificado especialmente entre las pasajeras, quienes han expresado sentirse vulnerables al transitar por las instalaciones durante las noches.
Problemas de salubridad: chinches, garrapatas y quejas de usuarios
El aumento de esta población también ha generado consecuencias sanitarias. Personal de limpieza ha reportado plagas de chinches y garrapatas en ciertas áreas, lo que obligó a llevar a cabo fumigaciones recientes.
“He visto sí a las personas que me han indicado las ronchas que llevan en sus piernas, en los brazos.”, explicó una trabajadora de mantenimiento. Las denuncias de pasajeros sobre mal olor, suciedad y condiciones poco higiénicas han sido constantes.
Reacciones a la medida del aeropuerto Madrid-Bajaras
Mientras algunos pasajeros consideran la decisión positiva para garantizar seguridad y orden, otros opinan que la raíz del problema es estructural y requiere soluciones más profundas.
“Me parece magnífico porque así resguarda la seguridad del aeropuerto, del turismo y de locales.”, dijo un usuario habitual del aeropuerto de Barajas.
