Si ya compraste la cena de Navidad, los regalos del intercambio, adornos navideños, ropa nueva y hasta uno que otro caprichito, pero aún así visitas el centro comercial o alguna tienda en búsqueda de algo que pueda hacerte falta, ¡ten cuidado!, podrías tener algún problema de salud mental relacionado con las compras compulsivas.
Es normal que durante esta temporada, en donde los convivios prevalecen y el marketing se aprovecha de la euforia navideña, los consumidores aumenten sus hábitos de consumo; sin embargo, cuando el volumen de las compras en excesivo y responde más bien a conductas de impulsividad y gastos en objetos innecesarios se puede tratar de un trastorno psicológico.
¿Qué significa ser un comprador compulsivo?
Un comprador compulsivo va más allá de comprar ropa; aquellos que sufren de este trastorno mental suelen experimentar periodos de ansiedad y euforia y después caer en la culpa y la depresión, pero además la actividad de comprar tiende a ser descontrolada e impulsiva.
Sufren alteraciones cognitivas, por lo que su toma de decisiones se ve afectada; los neurotransmisores como la dopamina y la serotonina no trabajan de manera adecuada afirma Gabriela Orozco Calderón, profesora de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Las compras compulsivas no son consideradas en los manuales psiquiátricos como una enfermedad mental, pero comparte características neurobiológicas con la conducta adictiva del juego compulsivo, por lo que la “oniomanía” puede considerarse como una adicción.
La cual, según la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas se caracteriza por la búsqueda y el uso coercitivo de la sustancias a pesar de sus consecuencias dañinas. En el caso de las compras compulsivas implica comprar de forma desesperada objetos que no necesitamos para recibir aprobación, sin importar las deudas que se puedan generar.
¿Cómo saber si soy un comprador compulsivo?
En palabras de Gabriela Orozco, un comprador compulsivo se caracteriza por desarrollar una necesidad de adquirir y no tener el control. Gasta su dinero de una forma masiva en objetos innecesarios. Este trastorno mental se relaciona con la ansiedad, la depresión, conductas antisociales, así como el deterioro en sus relaciones con familiares y personas cercanas.
Suelen buscar la aprobación del resto con cada adquisición, por lo que procuran estrenar ropa costosa, el teléfono de última generación, productos que, a pesar de no necesitar, están “a la moda”, etc., por lo que se asocian con un perfil de personalidad neurótica.
Debido a su impulsividad les es difícil detenerse cuando empiezan a comprar, y cuando no lo hacen, se sienten preocupados. Al realizar el resto de sus actividades diarias un pensamiento intrusivo los aborda para salir a gastar su dinero.
A la hora de comprar, somos libres de elegir. ¿Pero el exceso de opciones te abruma? @unamglobal te comparte el decálogo del comprador satisfecho. 👇https://t.co/r2cF4iB6h1
— UNAM (@UNAM_MX) October 15, 2023
¿Qué hacer para tratar las compras compulsivas?
La sociedad y los altos niveles de consumo de la actualidad, acrecientan este tipo de conductas y trastornos, sobre todo durante temporadas decembrinas. Incluso emociones como la venganza y el aburrimiento, sin embargo, existen alternativas para tratar a los compradores compulsivos.
Para trabajar en esta modalidad de adicción, como cualquier otra, se requiere de ayuda de un psiquiatra que recete medicamentos que sean funcionales para regular los neurotransmisores alterados. También se recomienda asistir a una terapia conductual para el trabajo emocional.