Un conflicto legal mantiene en incertidumbre el futuro de más de 800 perros y gatos que viven en el Refugio Franciscano, ubicado en el kilómetro 17.5 de la carretera federal México-Toluca, donde ciudadanos, trabajadores y defensores de animales exigen su reapertura inmediata para garantizar el bienestar de los ejemplares rescatados.
Durante la madrugada del 11 de diciembre, la Fundación Antonio Haghenbeck, propietaria del terreno, tomó control del refugio tras una resolución emitida por una jueza con sede en la Ciudad de México, lo que derivó en el cierre del lugar y en la restricción de acceso a los cuidadores habituales de los animales.
¿Por qué preocupa la situación de los animales en Refugio Franciscano?
De acuerdo con Gina Rivara Reyes, directora del Refugio Franciscano, muchos de los animales llegan en condiciones críticas: “Son perros y gatos atropellados, rescatados de tortura o entregados por familias que ya no pueden hacerse cargo. Aquí se les rehabilita física y emocionalmente”.
La preocupación creció luego de que la Fundación Haghenbeck permitiera el ingreso a Fuerza Informativa Azteca, que constató que decenas de perros permanecen en jaulas y patios, mientras que la mayoría presenta problemas de salud.
¿Cuál es el estado de salud de los animales?
Martín Rocha, coordinador del área médica de la Fundación Haghenbeck, aseguró que alrededor del 80% de los perros y el 100% de los gatos están enfermos, principalmente con padecimientos respiratorios y gastrointestinales. Por su parte, Carmela Rivero, presidenta de la fundación, reconoció que el inmueble, con más de 48 años de antigüedad, nunca recibió mantenimiento adecuado. Según la fundación, al menos 100 animales requieren atención médica especializada urgente, la cual, aseguran, no puede brindarse en el sitio.
¿Qué dice el refugio sobre el conflicto legal?
El abogado del Refugio Franciscano, Fernando Pérez, señaló que desde hace tres años existe un acuerdo que establece que la fundación debía construir nuevas instalaciones antes de cualquier reubicación: “Ellos consiguieron el terreno, pero no han querido construir el refugio”. La Fundación Haghenbeck sostiene que ofreció un predio de 32 mil metros cuadrados en Xalatlaco, Estado de México, propuesta que fue rechazada por el refugio.
El 19 de diciembre, un tribunal de la Ciudad de México ordenó la devolución del predio al Refugio Franciscano por presuntas irregularidades en el desalojo; sin embargo, la fundación asegura no haber sido notificada oficialmente. Mientras el proceso legal continúa, el destino, la salud y la vida de cientos de animales siguen en juego. La pregunta es inevitable: ¿quién garantizará su bienestar mientras las autoridades resuelven el conflicto?