En la despedida de la astrónoma Julieta Fierro Gossman, un gran número de personas mostraron la pena por su partida, pero también agradecieron todas las enseñanzas que dejó para entender el universo, las estrellas y todo lo que habita en el cosmos.
“Al final, ella alcanzó las estrellas y ahora se volvió una de ellas”, dijo Angélica, una maestra que, como muchos, se convirtió en admiradora de la científica.
El sábado 20 de septiembre se realizó el sepelio de Julieta Fierro, en la colonia Del Valle de la Ciudad de México (CDMX); hasta la funeraria donde estaban sus restos llegaron muestras de cariño, de la UNAM y otras universidades privadas.
La divulgadora de la ciencia ganó admiradores que la vieron en sus colaboraciones con Fuerza Informativa Azteca (FIA), pero también tenía el cariño de aquellos que tomaron clases con ella.
“Era muy alegre y era una gran divulgadora, era muy interesante, era muy divertida, muy amable”, dijo el arquitecto Alfredo Flores, al recordar a Julieta Fierro.
La biografía de Julieta Fierro está llena de logros y pasión por el cosmos
Julieta Fierro nació el 24 de febrero de 1948 en la CDMX, estudió Física y Astrofísica en la Facultad de Ciencias de la UNAM. También fue investigadora del Instituto de Astronomía y profesora de la misma facultad donde ella cursó sus estudios.
De acuerdo con esa casa de estudios, Fierro Gossman era experta en materia estelar, pero sin duda, su labor más destacada fue como divulgadora de la ciencia, porque compartió de manera entretenida, sencilla y precisa, sus conocimientos sobre el espacio.
Fue titular de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM, de 2000 a 2004. En 2021 recibió la Medalla al Mérito en Ciencias “Ing. Mario Molina”, por parte del Congreso de la CDMX.
Julieta Fierro también fue elegida como miembro honoraria de la Academia Estadunidense de Artes y Ciencias; y en México, desde el año 2004, ocupó la silla XXV de la Academia Mexicana de la Lengua.
En junio de 2023, investigadores de la UNAM reconocieron el destacado trabajo de la astrónoma, al nombrar a una luciérnaga en su honor: Pyropyga julietafierroae. Esto demuestra que el legado de la científica quedará por siempre, en sus textos, sus videos y en el conocimiento que sirvió para inspirar a futuras generaciones.