Luego de más de 20 días de intensa búsqueda, la familia poblana reportada como desaparecida por sus parientes en Apodaca, Nuevo León, ya fue localizada con bien, pero resulta que se ocultaron por voluntad propia ya que tiene deudas por unas tandas.
Así, lo que parecía un caso de desaparición, que ya se investigaba, dio un giro inesperado al revelarse que la familia se ocultó por voluntad propia debido a problemas financieros y deudas.
Fue el 1 de mayo, la familia Rivas Cruz, compuesta por Rita Rivas (53 años), María Fernanda Cruz (25 años) y sus tres hijos menores, Airam Juliette (6 años), Óscar Fernando y Pablo Emilio (gemelos de 1 año), fue reportada como desaparecida en el municipio de Apodaca.
La noticia generó preocupación entre sus familiares y movilizó a las autoridades de ambos estados, Puebla y Nuevo León para dar con su paradero.
Las fotos de los integrantes de la familia fueron compartidas en redes sociales, principalmente por sus parientes, quienes pidieron la colaboración ciudadana para su localización.
Ante esta situación, la Fiscalía de Nuevo León atrajo el caso a través del grupo de Búsqueda inmediata y se iniciaron las investigaciones en torno a los hechos.
Buscan a familia supuestamente desaparecida en Apodaca
El pasado 17 de mayo se dio a conocer que la Secretaría de Seguridad de Nuevo León se encontraba trabajando en conjunto con la Fiscalía para la búsqueda de la familia.
Dentro de las primeras acciones en conjunto, catearon cuatro domicilios en diversos municipios de la entidad y las líneas de investigación los llevaron a varios puntos de Apodaca y el Aeropuerto Internacional de Monterrey.
Tras las investigaciones, las autoridades poblanas informaron que las cinco personas no desaparecieron ni en Puebla ni en Nuevo León.
Según los resultados de las indagatorias, la familia se ocultó varios días debido a deudas por tandas.
¿Qué es una tanda?
La tanda es un sistema de ahorro en el cual un grupo de personas acuerdan contribuir con una cantidad fija de dinero en intervalos regulares, creando así un fondo común.
El total acumulado se entrega a cada miembro del grupo por turno, hasta que todos los participantes hayan recibido su parte, con la finalidad de que cada uno de los integrantes del grupo tenga acceso a una cantidad de dinero en un punto determinado del ciclo de la tanda.
