Iglesias de Acapulco se reponen de la devastación tras el paso de “Otis”
Tras el paso del huracán “Otis”, las iglesias y parroquias de Acapulco, Guerrero, quedaron devastadas; sin embargo, los creyentes trabajan para recuperarlas.
Las iglesias y capillas de Acapulco, Guerrero, tampoco se salvaron del paso del huracán “Otis”. A casi un mes de la devastación en aquellos lugares de fe aún hay techos caídos, vidrios rotos y oficinas en mal estado.
De acuerdo con Salvador Humberto Cisneros, sacerdote Nueva Catedral de Cristo Rey en Acapulco,
hay “un censo de más de 100 iglesias afectadas desde daños más severos hasta daños menores, hemos hecho nuestro propio censo y el arzobispo nos ha pedido que hagamos una valoración para que por lo menos la comunidad pueda reunirse”.
Creyentes no han dejado de ir a las iglesias de Acapulco
Sin embargo, en estos recintos, la fe es inquebrantable, pues a pesar de que el 50 por ciento del techo se perdió, la gente no ha dejado de ir.
“Iniciamos el primer domingo, ya van tres, el primer domingo con 56 feligreses en cada misa, ayer gracias a dios un 80% ya asistió.”, agregó el religioso.
Feligreses ayudan a limpiar parroquias e iglesias
Las parroquias de las zonas más alejadas fueron las más afectadas, a pesar de eso, los acapulqueños han comenzado a limpiar escombros, como en la iglesia de la colonia Mirador.
“Los cristales, las bancas que salieron volando como si fueran de papel, pero fueron afectaciones, digamos menores. Las capillas que son templos pequeños ubicados en los barrios y colonias, es así sufrieron, porque la gran mayoría tenían techos de lámina” cuenta Juan Carlos Flores, párroco de la iglesia de la Inmaculada Concepción.
Iglesias se convirtieron en centros de acopio
En esa iglesia todos los días se ofrecen misas y entre la devastación, muchas se convirtieron en centros de acopio de víveres y medicamentos, pues les preocupa la llegada de otra crisis a Acapulco.
“La crisis sanitaria. porque los volúmenes de basura en la calle nos están afectando, aquí tenemos un humilde dispensario a veces con algunos médicos voluntarios que se acercan y nos están pidiendo mucho medicamento para infecciones intestinales”, agregó el sacerdote Salvador Humerto.
Gran parte de las iglesias de Acapulco se sostienen de donaciones, por ello, párrocos advierten que tardarán un año para reconstruir todo lo que “Otis” destrozó.
