Adán Augusto López Hernández, el hermano político de López Obrador, tiene hoy la oportunidad de la vida para demostrar que él, que ellos, no son iguales.

Esas han sido las palabras para sostener una y otra mentira; palabras que se estrellan con los hechos y que nos demuestran todos los días que, efectivamente, no son iguales... son peores.

Ahora, para que haya coherencia y las palabras chequen con los hechos, les tengo una propuesta a los morenos: serenos, no les cobro honorarios, va gratis. ¡Que renuncie, Adán Augusto! Sí, que se vaya del Senado de la República, que se despoje del fuero, que en realidad se ponga a disposición de las autoridades, que, con esa cara, ese carácter, ese genio, permita que se investigue.

Sí, ya sé la respuesta: “Y yo por qué si el narcopolítico es Hernán Bermúdez”. Pues porque así, por lo menos así, dejaría de hacerle daño al país desde su posición de poder, de privilegio.