Orinar en La Fuente no siempre fue mal visto

La Fuente o La Bicicleta, cuál es la historia del bar de Guadalajara con 100 años de historia y en la que hubo una época que no dejaban pasar a las mujeres.

Escrito por: Jorge Zarza
Editorial Zarza La Bicicleta La Fuente

Hasta hace no mucho tiempo las cantinas eran lugares oscuros. Recuerdo que en la calle de Galeana en mi natal Cuernavaca siempre pasábamos enfrente de una que tenía las puertas de madera abatibles, como en las películas de vaqueros. Mi papá nos distraía cambiando el tema cuando le preguntábamos sobre el letrero que colgaba de la pared: Prohibida la entrada a mujeres y uniformados.

Esto cambió en la década de los ochentas, cuando se permitió la entrada a mujeres a estos lugares de recreo social exclusivos para hombres, no precisamente caballeros.

Ahora que estuve en Guadalajara con el equipo élite de FIA, integrado por Ricardo Ruiz, Esteban Sánchez y Vianney Rodríguez, antes de ir al aeropuerto hicimos escala en “La Bicicleta”, una cantina legendaria que acaba de cumplir sus primeros 100 años, aunque en realidad se llama Bar La Fuente.

La verdadera historia del origen de “La Bicileta”

Se hizo célebre a mitad del siglo pasado porque un parroquiano -siempre había querido usar esa palabra- llegó con algunas copas de más y pidió usar el baño. Al salir olvidó la bicicleta. Los dueños del local intentaron devolverla a través de la matrícula pero no tuvieron éxito, así que la conservaron al pie de la barra con la esperanza de que el propietario llegara a reclamarla, cosa que no ha sucedido hasta el día de hoy.

editorial Zarza La Bicicleta

Nacho Mejía, quien trabaja en este bar desde hace casi 50 años cuenta la historia a su manera: Inventan muchas cosas, por ejemplo, que dejaron la bicicleta empeñada porque no pudieron pagar la cuenta; lo cierto es que muchos han venido a reclamar la bicicleta, pero nadie ha podido comprobarlo. Y ahí sigue, sujetada en una de las paredes, cubierta de cochambre acumulado por el polvo de los años, lo cual la hace parecer un valioso artículo de decoración.

Orgulloso nos presume la máquina registradora que aún funciona, está hecha de bronce, pero parece de oro viejo, lo que hace que destaque entre las botellas de licor que la rodean. Nos muestra la factura que minuciosamente ha enmarcado donde se revela que fue comprada en 1921. Si, justo hace 100 años.

La Bicicleta cantina editorial Zarza

Ubicada en el corazón de la capital de Jalisco, el bar La Fuente o La Bicicleta, es de las pocas cantinas que aún conserva un orinadero, es decir, una canaleta debajo de los bancos que rodean la barra, en donde aseguran los cronistas de la época, los hombres orinaban desde sus asientos sin necesidad de levantarse al baño.

Ahí lo entendí todo. Quizá esa era una de las razones por las que estaba prohibida la entrada a las mujeres y mi papá nunca quiso explicarnos.

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Escrito por: Jorge Zarza

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