Aunque los antecesores de los humanos, los monos, cuentan con cola, las personas no contamos con cola. Un grupo de científicos se embarcaron en un estudio que duró más de 900 días para encontrar la razón por la que las personas no cuentan con ella.
Una cola es un rasgo característico de la mayoría de seres vertebrados en más de 500 millones de años y la pérdida de esta pudo representar una ventaja cuando los antecesores de las personas dejaron de habitar los árboles, señala una investigación publicada este miércoles 28 de febrero de 2024.
¿Por qué los humanos no tienen cola?
Investigadores de la Universidad de Harvard aseguraron en un estudio publicado este miércoles que gracias a una mutación en un gen llamado TBXT, hallado en las personas y simios, es la razón por la que las personas no tienen cola.
This week in Nature: Tale of tails - How a genetic element aided tail loss in humans and apes
— nature (@Nature) February 28, 2024
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Los especialistas compararon el ADN de dos grupos de primates: los monos, quienes tienen cola, y los hominoideos, es decir, humanos y simios, quienes no la tienen, y así dieron con la mutación del gen.
Para comprobar los efectos, modificaron los genes de ratones de laboratorio para que presentaran ese rango y el resultado fueron ratones con una cola más pequeña o incluso sin ella.
Según Bo Xia, genetista y biólogo de sistemas de la Universidad de Harvard y el Instituto Broad, autor principal del estudio, la ausencia de cola podría haber equilibrado mejor el cuerpo para poder caminar erguidos, y, con el tiempo, el caminar en dos patas.
¿Cuándo ocurrió la mutación que dejó sin cola a los humanos?
La investigación, publicada en la revista especializada Nature, señala que la mutación que causó la pérdida de la cola ocurrió hace 25 millones de años, cuando los primeros simios evolucionaron desde sus antepasados los monos. En tanto que los Homo sapiens, es decir, nuestra especie, surgió hace unos 300 millones de años.
Los hominoideos actuales son los humanos, los “grandes simios” (chimpancés, bonobos, gorilas y orangutanes) y los “simios menores” (gibones). El primer hominoideo conocido, el Proconsul, carecía de cola.
Los hominoideos evolucionaron hacia la formación de menos vértebras y perdieron la cola externa. En los humanos quedan vestigios de cola. El coxis, un hueso en la base de la columna vertebral, está formado por restos fusionados de vértebras de la cola.
