Una práctica común en las cocinas mexicanas podría estar poniendo en riesgo la salud de las personas: lavar el pollo crudo. Aunque parezca una medida higiénica, las autoridades sanitarias de Tlaxcala advierten sobre una posible conexión entre esta práctica y el desarrollo del Síndrome de Guillain-Barré (SGB).
El pollo crudo alberga una bacteria llamada Campylobacter jejuni, responsable de causar una infección intestinal conocida como campylobacteriosis. Si bien esta infección es común, en algunos casos raros puede derivar en el desarrollo del SGB, un trastorno autoinmune que ataca el sistema nervioso.
Lavar el pollo: ¿una falsa seguridad?
Contrario a lo que se piensa, lavar el pollo crudo no elimina por completo la bacteria Campylobacter jejuni. El patógeno puede estar presente tanto en la carne como en la piel del animal. Al lavarlo, el agua puede salpicar y contaminar otras superficies en la cocina, como tablas de cortar, utensilios o incluso otros alimentos, aumentando el riesgo de ingerirla.
¿Qué es el síndrome de Guillain-Barré?
El Síndrome de Guillain-Barré es un trastorno poco común que afecta el sistema nervioso. El sistema inmunitario ataca por error las células nerviosas, lo que puede generar debilidad muscular, entumecimiento y, en casos graves, parálisis.
¿Cómo prevenir el SGB?
Para reducir el riesgo de desarrollar el SGB asociado al consumo de pollo, las autoridades sanitarias recomiendan:
- Cocinar el pollo a una temperatura interna segura de 74 °C. Esto elimina la bacteria Campylobacter jejuni. ¡No es necesario lavarlo!
- Evitar el contacto cruzado. Lavar las tablas de cortar, cuchillos y otros utensilios de cocina con agua caliente y jabón después de manipular pollo crudo.
- Lavarse las manos con agua y jabón después de manipular el pollo.
Es importante recordar que el SGB es una enfermedad poco común. La mayoría de las personas que se infectan con Campylobacter jejuni no desarrollan el síndrome.
Síntomas del Síndrome de Guillain-Barré
Ante cualquier síntoma, busca atención médica inmediata. El tratamiento temprano puede mejorar las posibilidades de recuperación completa. Algunos síntomas son:
- Debilidad muscular que comienza en las piernas y se extiende a los brazos.
- Entumecimiento y hormigueo en las manos y los pies.
- Dificultad para caminar o subir escaleras.
- Dificultad para respirar.
- Dolor de espalda y de cuello.
Aunque la causa exacta se desconoce, en la mayoría de los casos se presenta después de una infección, ya sea bacteriana o vírica. Esta infección provoca que el sistema inmunitario ataque por error al propio cuerpo, generando diversos síntomas.
