VIDEO: Trabajadores del Incifo en CDMX juegan y se burlan de cadáver

Un video que se ha vuelto viral en las últimas horas ha desatado una ola de indignación y repudio en redes sociales y entre colectivos. Las impactantes imágenes muestran a dos presuntos trabajadores forenses burlándose y pateando un cuerpo humano al interior del Instituto de Servicios Periciales y Ciencias Forenses de la Ciudad de México (INCIFO CDMX).

En el material, el cual no ha sido desmentido por las autoridades, se escucha a uno de los individuos decir explícitamente: “Madreatelo”, mientras se observa cómo el cuerpo es pateado. La situación se agrava con la circulación de una fotografía adicional donde otro individuo, presuntamente también trabajador del INCIFO, aparece jugando con parte de un cráneo humano como si fuera un objeto para divertirse.

Estas imágenes dramáticas e indignantes han causado una conmoción generalizada, especialmente entre los colectivos de familiares de desaparecidos, quienes exigen un trato digno y respetuoso para los cuerpos de sus seres queridos. El INCIFO, un lugar donde el respeto por los restos humanos debería ser la máxima prioridad, se ve seriamente comprometida por estas acciones.

Lo más alarmante de las grabaciones es la presunta voz del doctor Andrés Oriol Monroy Morales, quien, según los testimonios, lejos de detener estas acciones, incita a los técnicos a “jugar” y “reír” con el cuerpo. Esta supuesta complicidad o indiferencia de un superior agrava la percepción de una profunda crisis ética y de humanidad al interior del INCIFO.

Este hecho se suma a una serie de denuncias de trabajadores del Incifo que han alzado la voz para evidenciar las precarias condiciones laborales en las que operan. Peritos y personal han reportado la ausencia de insumos básicos para realizar su trabajo de manera segura y eficiente. Testimonios refieren el uso de batas de tela sintética que “transminan todos los fluidos corporales”, guantes de nitrilo simples y cubrebocas de baja protección, ni siquiera del tipo N95.

Estas carencias, aseguran los trabajadores, ponen en riesgo su salud y la calidad de su trabajo. Además, denuncian una dirección señalada por la indiferencia y negligencia sistemáticas.

Por si fuera poco, existen acusaciones de posible corrupción y la solicitud de dádivas para agilizar la entrega de los cuerpos. Se han reportado quejas de ciudadanos a quienes se les ha solicitado dinero, que va desde los 500 hasta los mil pesos, para poder recuperar los restos de sus familiares.

Los trabajadores del INCIFO también advierten que su labor se ve gravemente afectada por la falta de personal. La carga de trabajo ha aumentado “enormemente” debido al incremento de la violencia en la Ciudad de México. Mientras que hace algunos años el número de expedientes anuales oscilaba entre 4 mil y 5 mil, actualmente se habla de la necesidad de atender hasta 7 mil cadáveres y desconocidos en un año.