El huevo es un alimento de la canasta básica, presente en muchos desayunos y cenas de las familias mexicanas. Normalmente, al escoger un cono de huevos en la tienda o supermercado valoramos su limpieza y aspecto. Sin embargo, hay otro punto que no deberíamos pasar por alto y que nos permite saber si un huevo está fresco o está echado a perder.
Por supuesto, nos referimos a la fecha de caducidad. Si bien, voces como la de la Academia Española de Nutrición y Dieta explican que realmente los huevos no tienen una fecha de expiración, lo recomendable es consumirlos en un plazo máximo de 28 días luego de ser puestos por la gallina.
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De cualquier forma, las empresas productoras de huevo añaden la fecha de caducidad en el empaque para que como comprador puedas saber si un huevo está fresco o está echado a perder. Más que una formalidad, se torna una medida de precaución para garantizar la seguridad alimentaria.
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¿Cuáles son las señales para saber si un huevo está fresco o está echado a perder?
Por otro lado, la Academia Española de Nutrición y Dieta comunica que hay algunas técnicas y señales para saber si un huevo está fresco o está echado a perder. Se trata de las siguientes:
- Colores extraños en la yema: Según los especialistas, si la yema se ve amarillenta o anaranjada y la clara blanca, entonces es señal de que el huevo está en buen estado y fresco. Pero si el huevo cocido adquiere una coloración verdosa tampoco representa que está echado a perder, sino una que ha sufrido una sobrecocción.
- El huevo flota o se hunde: Así mismo, una técnica para saber si un huevo está fresco o está echado a perder consiste en hundirlo en agua. De este modo, si el huevo flota quiere decir que está pronto a vencer su fecha límite y puede ser consumido si no presenta defectos en el cascarón.
- Textura del huevo: Por último, la textura puede ser otra señal que te ayuda a saber si un huevo está fresco o está echado a perder. En este sentido, el huevo es fresco cuando la yema es firme y la clara se extiende poco.
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