La temporada de huracanes del Atlántico sorprendió a todos este año con una calma inesperada. Mientras los expertos esperaban ver una serie de tormentas tropicales intensas, el océano ha estado sorprendentemente tranquilo. Las previsiones que anticipaban una temporada activa parecen fallar, y la falta de movimiento dejó a los científicos con dudas.
Este año, las temperaturas oceánicas alcanzaron niveles récord, un factor que normalmente impulsa la formación de tormentas. No obstante, la realidad ha sido muy diferente de lo previsto. En lugar de la esperada actividad ciclónica, los trópicos permanecieron inusualmente serenos.
La falta de tormentas intensas plantea preguntas sobre el impacto de las condiciones oceánicas en la generación de huracanes y cómo estos cambios podrían influir en las futuras temporadas de tormentas. A medida que los científicos buscan respuestas, este verano nos recuerda que el clima puede ser más impredecible de lo que imaginamos.
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¿Por qué podrían estar desapareciendo los huracanes en el Atlántico?
Varios factores podrían estar detrás de la inusual calma en la temporada de huracanes del Atlántico. La erupción del volcán submarino Hunga Tonga en el 2022 es una de las principales teorías, ya que podría haber alterado los patrones atmosféricos y afectado la zona de convergencia intertropical, esencial para la formación de tormentas.
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Otra hipótesis es que estamos presenciando un nuevo cambio climático. La actividad solar inusual y un calentamiento oceánico extremo podrían influir en la capacidad de los océanos para generar tormentas tropicales.
El meteorólogo Ryan Maue señala que los modelos tradicionales no logran explicar la falta de actividad ciclónica, ya que indica que este fenómeno podría ser un signo de un patrón climático sin precedentes. La combinación de estos factores podría estar reescribiendo las reglas de la formación de tormentas en el Atlántico.
¿Es positiva la ausencia de huracanes?
Aunque la ausencia de huracanes puede parecer una buena noticia, los científicos advierten que no necesariamente refleja una mejora en el clima. El sobrecalentamiento desde la superficie oceánica hasta la estratosfera inferior podría estar inhibiendo la formación de tormentas, al alterar los patrones atmosféricos necesarios para su desarrollo.
El Dr. Smith destaca que, a pesar de la calma actual, esto no significa que el cambio climático haya disminuido: “Debemos estar preparados para la posibilidad de tormentas intensas”, señala. La falta de huracanes podría ser un indicio de cambios climáticos más complejos.
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La comunidad científica subraya la importancia de mantener una vigilancia constante, ya que las condiciones podrían cambiar rápidamente y dar lugar a tormentas inesperadas en el futuro cercano.