La violencia de género es una problemática global que impacta profundamente a millones de personas, en particular a mujeres, niñas y personas de la comunidad LGBTQIA+. Este tipo de violencia, que puede ser física, psicológica, económica, sexual o incluso letal, no es un fenómeno aislado, sino el resultado de estructuras sociales históricas que han perpetuado la desigualdad entre hombres y mujeres.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la violencia de género contra las mujeres comprende todos aquellos actos que causan daño físico, sexual o psicológico, incluyendo amenazas, coacción y privación arbitraria de la libertad, ya sea en el ámbito privado o público. En México, la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMVLV) establece que cualquier acción u omisión que provoque daño o sufrimiento basado en el género es considerada violencia, subrayando la importancia de proteger a las mujeres en todos los contextos posibles.
¿Qué es el género y cómo influye en nuestra sociedad?
El género, a diferencia del sexo biológico, es un concepto social que abarca las ideas, comportamientos y roles asignados culturalmente a hombres y mujeres. Estas construcciones varían entre culturas y cambian con el tiempo, pero en muchos casos perpetúan estereotipos que refuerzan la discriminación y la desigualdad.
La identidad de género influye profundamente en la forma en que las personas se relacionan entre sí y cómo se perciben a sí mismas dentro de una sociedad. Entender esta distinción es crucial para abordar los problemas estructurales que perpetúan la violencia de género y avanzar hacia una sociedad más equitativa.
La perspectiva de género: una herramienta para combatir la desigualdad
La perspectiva de género es una metodología que permite identificar las desigualdades y discriminaciones sufridas por las mujeres. Esta herramienta es esencial para analizar y actuar frente a los casos de violencia de género, ya que ayuda a visibilizar las prácticas que normalizan o toleran estas agresiones.
En México, el enfoque con perspectiva de género es obligatorio para procuradurías y fiscalías en el manejo de casos relacionados con mujeres. Sin embargo, la implementación de esta herramienta sigue siendo un reto en muchas instituciones, donde la falta de capacitación y sensibilidad sigue siendo un obstáculo para garantizar justicia y reparación del daño.
Un llamado urgente a la acción
El combate a la violencia de género no es solo una responsabilidad de las autoridades; es un compromiso de la sociedad en su conjunto. Impulsar la educación con perspectiva de género, visibilizar las desigualdades y exigir a las instituciones que cumplan con su deber son pasos fundamentales para erradicar este problema.
La equidad entre mujeres y hombres no es un ideal inalcanzable; es una meta que requiere voluntad, empatía y acciones concretas. Solo trabajando juntos podremos construir un mundo donde todas las personas, sin importar su género, puedan vivir libres de violencia y con las mismas oportunidades para desarrollarse plenamente.
Fuente: Gobierno de México