¡Revive lo mejor del séptimo capítulo de El Peso del amor!

Un beso inesperado desata emociones ocultas mientras un secreto cambia el rumbo de su historia.

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En la calma tras la tempestad del beso, Joo‑eun emerge temblorosa, la sensación dulce del roce aún latente en sus labios. Esa caricia inesperada deja su corazón alterado, un eco de promesas y anhelos que la envuelven, mientras él observa con una sonrisa de ternura contenida.
En la calma tras la tempestad del beso, Joo‑eun emerge temblorosa, la sensación dulce del roce aún latente en sus labios. Esa caricia inesperada deja su corazón alterado, un eco de promesas y anhelos que la envuelven, mientras él observa con una sonrisa de ternura contenida.
Crédito: MBC
Esa noche, Joo‑eun sueña con John Kim de nuevo, con besos fantasmas que la despiertan ruborizada. Se abraza a su peluche, aferrada a un consuelo infantil que revela lo profundo de su atracción.
Esa noche, Joo‑eun sueña con John Kim de nuevo, con besos fantasmas que la despiertan ruborizada. Se abraza a su peluche, aferrada a un consuelo infantil que revela lo profundo de su atracción.
Crédito: MBC
El amanecer trae la frialdad del retorno a la rutina, pero Young‑ho no puede ocultar su satisfacción al verla nuevamente. Sin alusión alguna al beso, la pone en la báscula y la conduce a una sesión de ejercicio intensa, donde el sudor es testigo silencioso de su complicidad incipiente.
El amanecer trae la frialdad del retorno a la rutina, pero Young‑ho no puede ocultar su satisfacción al verla nuevamente. Sin alusión alguna al beso, la pone en la báscula y la conduce a una sesión de ejercicio intensa, donde el sudor es testigo silencioso de su complicidad incipiente.
Crédito: MBC
En una graciosa escena, Joo‑eun se desequilibra en la caminadora y cae en los brazos de Young‑ho, quien la sostiene con suavidad. Él, con esa chispa juguetona, bromea: “¿Esto llaman ‘backhug’?”, mientras sus miradas se cruzan en una danza de deseo contenido.
En una graciosa escena, Joo‑eun se desequilibra en la caminadora y cae en los brazos de Young‑ho, quien la sostiene con suavidad. Él, con esa chispa juguetona, bromea: “¿Esto llaman ‘backhug’?”, mientras sus miradas se cruzan en una danza de deseo contenido.
Crédito: MBC
Joo‑eun aún se debate entre la emoción y la vergüenza. Young‑ho la presiona con ternura, rozando su mejilla con los dedos al desear volver a hablar del beso. Él sabe que es importante, y su mano temblorosa intenta construir un puente entre la atracción y el miedo.
Joo‑eun aún se debate entre la emoción y la vergüenza. Young‑ho la presiona con ternura, rozando su mejilla con los dedos al desear volver a hablar del beso. Él sabe que es importante, y su mano temblorosa intenta construir un puente entre la atracción y el miedo.
Crédito: MBC
Al llegar al bufete, una madre indignada irrumpe, exigiendo respeto y disculpas a la hija chaebol de Soo‑jin. El contraste entre lo emocional y lo profesional golpea a Joo‑eun, quien no puede apartar la mirada del dolor de la mujer.
Al llegar al bufete, una madre indignada irrumpe, exigiendo respeto y disculpas a la hija chaebol de Soo‑jin. El contraste entre lo emocional y lo profesional golpea a Joo‑eun, quien no puede apartar la mirada del dolor de la mujer.
Crédito: MBC
Con inteligencia y corazón, Joo‑eun retira a la mujer del despacho y, en un rincón de la cafetería, la escucha atentamente. Recordando el dolor de su propia madre, le aconseja cómo reclamar más que dinero: dignidad y verdad.
Con inteligencia y corazón, Joo‑eun retira a la mujer del despacho y, en un rincón de la cafetería, la escucha atentamente. Recordando el dolor de su propia madre, le aconseja cómo reclamar más que dinero: dignidad y verdad.
Crédito: MBC
Esa conversación en el café despierta en Joo‑eun una vieja herida: la humillación de su familia tras el accidente de su padre, cuando solo se ofreció dinero sin disculpa. La empatía brota de ella y fortalece su carácter vestido de compasión.
Esa conversación en el café despierta en Joo‑eun una vieja herida: la humillación de su familia tras el accidente de su padre, cuando solo se ofreció dinero sin disculpa. La empatía brota de ella y fortalece su carácter vestido de compasión.
Crédito: MBC
De regreso al trabajo, Soo‑jin le asigna el caso oficialmente. Joo‑eun se enfrenta al reflejo de lo que solía ser su amiga, entre triunfos y frialdad. Esa tensión remueve en ella la añoranza de lo que fueron, y el peso de lo que son ahora.
De regreso al trabajo, Soo‑jin le asigna el caso oficialmente. Joo‑eun se enfrenta al reflejo de lo que solía ser su amiga, entre triunfos y frialdad. Esa tensión remueve en ella la añoranza de lo que fueron, y el peso de lo que son ahora.
Crédito: MBC
Mientras tanto, Young‑ho observa a Joo‑eun con ojos pacientes, como faro firme en medio de su rutina de entrenamiento eterno. Ese interés silencioso revela que su preocupación va más allá del físico: busca sanar, proteger y quizá amar.
Mientras tanto, Young‑ho observa a Joo‑eun con ojos pacientes, como faro firme en medio de su rutina de entrenamiento eterno. Ese interés silencioso revela que su preocupación va más allá del físico: busca sanar, proteger y quizá amar.
Crédito: MBC
El día que Joo‑eun debe llevar a Min‑joon al “Take-your-parent-to-class”, emerge un reto. Su exmarido ausente la abandona, y ella recurre a sus leales amigos para cubrir el papel. Young‑ho escucha y aparece como un segundo padre improvisado.
El día que Joo‑eun debe llevar a Min‑joon al “Take-your-parent-to-class”, emerge un reto. Su exmarido ausente la abandona, y ella recurre a sus leales amigos para cubrir el papel. Young‑ho escucha y aparece como un segundo padre improvisado.
Crédito: MBC
El paseo al museo de superhéroes regala instantes de suavidad: Young‑ho y Joo‑eun juguetean entre figuras de fantasía hasta que él, fingiendo gruñir, no puede ocultar su sonrisa al verla feliz. Los gestos adolescentes del héroe modernizado conquistan el corazón de ella.
El paseo al museo de superhéroes regala instantes de suavidad: Young‑ho y Joo‑eun juguetean entre figuras de fantasía hasta que él, fingiendo gruñir, no puede ocultar su sonrisa al verla feliz. Los gestos adolescentes del héroe modernizado conquistan el corazón de ella.
Crédito: MBC
Al final del episodio, Joo‑eun es llamada a una junta sorpresa con el bufete. Allí aparece Young‑ho como nuevo director del área médica de la empresa Gahong. La revelación estremece su mundo: descubre que él es mucho más que entrenador.
Al final del episodio, Joo‑eun es llamada a una junta sorpresa con el bufete. Allí aparece Young‑ho como nuevo director del área médica de la empresa Gahong. La revelación estremece su mundo: descubre que él es mucho más que entrenador.
Crédito: MBC
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Crédito: MBC
Con el rostro lleno de asombro y admiración, Joo‑eun sale corriendo. Young‑ho la sigue para disculparse, sintiendo el peso de la omisión. El episodio cierra con esa tensión romántica en el aire: secretos revelados, corazones expuestos y promesas de un amor que comienza a tomar forma.
Con el rostro lleno de asombro y admiración, Joo‑eun sale corriendo. Young‑ho la sigue para disculparse, sintiendo el peso de la omisión. El episodio cierra con esa tensión romántica en el aire: secretos revelados, corazones expuestos y promesas de un amor que comienza a tomar forma.
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