¡Revive lo mejor del segundo capítulo de El Peso del amor!

¡Un corazón roto puede orillarte a conocer al que será el amor de tu vida!

K-Siete
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El capítulo comienza con Joo-eun rota por dentro. Lo que más temía se vuelve real: su exnovio, Woo-shik, aparece tomado de la mano con su ahora hermosa y segura ex amiga, Soo-jin. La escena es un golpe al alma. Ella apenas logra contenerse mientras se aleja rápidamente, tratando de huir del dolor que le rebota en cada paso.
El capítulo comienza con Joo-eun rota por dentro. Lo que más temía se vuelve real: su exnovio, Woo-shik, aparece tomado de la mano con su ahora hermosa y segura ex amiga, Soo-jin. La escena es un golpe al alma. Ella apenas logra contenerse mientras se aleja rápidamente, tratando de huir del dolor que le rebota en cada paso.
En medio de la lluvia, confundida, humillada y deshecha por dentro, Joo-eun apenas puede sostenerse. De pronto, un coche aparece de la nada y, cuando parece que todo va a terminar, una figura masculina se cruza justo a tiempo para evitar la tragedia. Es él, Young-ho. Su salvador inesperado.
En medio de la lluvia, confundida, humillada y deshecha por dentro, Joo-eun apenas puede sostenerse. De pronto, un coche aparece de la nada y, cuando parece que todo va a terminar, una figura masculina se cruza justo a tiempo para evitar la tragedia. Es él, Young-ho. Su salvador inesperado.
Ella, con lágrimas contenidas, le pide que la deje. No quiere mostrarse débil, no frente a otro hombre. Pero Young-ho no se va. La mira con una mezcla de preocupación y respeto. No dice demasiado, solo la acompaña en silencio, como si supiera que a veces lo más necesario es simplemente no estar sola.
Ella, con lágrimas contenidas, le pide que la deje. No quiere mostrarse débil, no frente a otro hombre. Pero Young-ho no se va. La mira con una mezcla de preocupación y respeto. No dice demasiado, solo la acompaña en silencio, como si supiera que a veces lo más necesario es simplemente no estar sola.
Esa noche, mientras camina bajo la lluvia, la tristeza pesa más que cualquier kilo en su cuerpo. Él camina detrás, discretamente. No como un héroe, sino como alguien que ve en ella algo más profundo de lo que los demás notan.
Esa noche, mientras camina bajo la lluvia, la tristeza pesa más que cualquier kilo en su cuerpo. Él camina detrás, discretamente. No como un héroe, sino como alguien que ve en ella algo más profundo de lo que los demás notan.
Al día siguiente, la realidad vuelve con más crueldad. En la oficina, Joo-eun se encuentra frente a frente con Soo-jin, ahora convertida en su jefa. Todo lo que fue amistad, cariño y complicidad en la universidad, hoy es resentimiento disfrazado de poder. Soo-jin no pierde la oportunidad de recordarle, sin palabras directas pero con gestos afilados, que los roles han cambiado.
Al día siguiente, la realidad vuelve con más crueldad. En la oficina, Joo-eun se encuentra frente a frente con Soo-jin, ahora convertida en su jefa. Todo lo que fue amistad, cariño y complicidad en la universidad, hoy es resentimiento disfrazado de poder. Soo-jin no pierde la oportunidad de recordarle, sin palabras directas pero con gestos afilados, que los roles han cambiado.
La humillación es sutil pero certera. Soo-jin disfruta de su posición dominante y Joo-eun lo siente. Cada comentario, cada mirada de superioridad es como una estocada al orgullo herido de una mujer que solía ser el centro de atención y que ahora es invisibilizada incluso por quienes más la conocieron.
La humillación es sutil pero certera. Soo-jin disfruta de su posición dominante y Joo-eun lo siente. Cada comentario, cada mirada de superioridad es como una estocada al orgullo herido de una mujer que solía ser el centro de atención y que ahora es invisibilizada incluso por quienes más la conocieron.
En medio del caos laboral y emocional, Joo-eun se da cuenta de que ha perdido su celular. No tiene idea dónde pudo dejarlo. Lo busca con desesperación, porque ahí están sus fotos, sus mensajes, su vida entera... y quizás, las últimas piezas de dignidad que aún le quedan.
En medio del caos laboral y emocional, Joo-eun se da cuenta de que ha perdido su celular. No tiene idea dónde pudo dejarlo. Lo busca con desesperación, porque ahí están sus fotos, sus mensajes, su vida entera... y quizás, las últimas piezas de dignidad que aún le quedan.
Horas después, Young-ho vuelve a aparecer. Con una sonrisa discreta y su mirada tranquila, le entrega el teléfono. Ella lo toma con las manos temblorosas, no por el objeto en sí, sino por la forma en que él vuelve a entrar en su vida en el momento exacto.
Horas después, Young-ho vuelve a aparecer. Con una sonrisa discreta y su mirada tranquila, le entrega el teléfono. Ella lo toma con las manos temblorosas, no por el objeto en sí, sino por la forma en que él vuelve a entrar en su vida en el momento exacto.
Mientras espera en el hotel para recuperar su teléfono, Joo-eun lo ve todo: su exnovio y Soo-jin están allí, juntos, nuevamente. Riéndose, compartiendo complicidad, tomados de la mano como si fueran los protagonistas de una historia que ella alguna vez soñó vivir. Y se rompe.
Mientras espera en el hotel para recuperar su teléfono, Joo-eun lo ve todo: su exnovio y Soo-jin están allí, juntos, nuevamente. Riéndose, compartiendo complicidad, tomados de la mano como si fueran los protagonistas de una historia que ella alguna vez soñó vivir. Y se rompe.
Pero justo cuando sus piernas ya no la sostienen, Young-ho vuelve a extender su mano. Sin palabras, solo con acción, la lleva lejos de esa escena cruel. La acompaña a su habitación de hotel, y sin juzgarla, la cuida.
Pero justo cuando sus piernas ya no la sostienen, Young-ho vuelve a extender su mano. Sin palabras, solo con acción, la lleva lejos de esa escena cruel. La acompaña a su habitación de hotel, y sin juzgarla, la cuida.
En la suite, nota que ella tiene el hombro fuera de lugar. Con una calma sorprendente, la ayuda a acomodarlo. Ella gime de dolor, pero hay algo íntimo en ese instante: no es sólo su cuerpo el que está volviendo a su lugar… es también su corazón, poco a poco.
En la suite, nota que ella tiene el hombro fuera de lugar. Con una calma sorprendente, la ayuda a acomodarlo. Ella gime de dolor, pero hay algo íntimo en ese instante: no es sólo su cuerpo el que está volviendo a su lugar… es también su corazón, poco a poco.
Él la mira con respeto. Ella, envuelta en vergüenza, no sabe cómo agradecerle. Pero Young-ho no exige nada. Solo la mira como si viera en ella algo más allá del físico, algo que incluso ella misma ha olvidado.
Él la mira con respeto. Ella, envuelta en vergüenza, no sabe cómo agradecerle. Pero Young-ho no exige nada. Solo la mira como si viera en ella algo más allá del físico, algo que incluso ella misma ha olvidado.
Joo-eun se pone de pie, literalmente y emocionalmente. Decide no huir más. Busca a Woo-shik y, con voz firme, le pide que la deje en paz. No hay llanto, no hay súplica. Solo una mujer volviendo a construirse.
Joo-eun se pone de pie, literalmente y emocionalmente. Decide no huir más. Busca a Woo-shik y, con voz firme, le pide que la deje en paz. No hay llanto, no hay súplica. Solo una mujer volviendo a construirse.
Mira a Soo-jin a los ojos y le deja claro que ya no le teme. La antigua Joo-eun comienza a renacer, pero esta vez, más fuerte que nunca.
Mira a Soo-jin a los ojos y le deja claro que ya no le teme. La antigua Joo-eun comienza a renacer, pero esta vez, más fuerte que nunca.
Al regresar a casa, recibe un paquete misterioso. No tiene remitente, pero ella cree reconocer al destinatario. Sale corriendo, confundida, y en esa búsqueda, vuelve a encontrarse con aquel joven que conoció en el avión. Y aunque no sabe aún qué rol jugará en su historia, el destino parece no haber terminado con sus sorpresas.
Al regresar a casa, recibe un paquete misterioso. No tiene remitente, pero ella cree reconocer al destinatario. Sale corriendo, confundida, y en esa búsqueda, vuelve a encontrarse con aquel joven que conoció en el avión. Y aunque no sabe aún qué rol jugará en su historia, el destino parece no haber terminado con sus sorpresas.

¡Revive lo mejor del segundo capítulo de El Peso del amor!

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