Ante la falta de compromiso que existe en los jugadores actuales en partidos como un América vs Chivas, el ex portero Adolfo Ríos afirma que en sus tiempos si perdían un Clásico Nacional prácticamente era como estar de luto.
El que fuera guardameta de las Águilas a principios de la década de los 2000 habló en exclusiva con Azteca Deportes acerca de lo que se ha perdido en esta rivalidad, en la que incluso se ha visto a futbolistas de bandos contrarios platicar muy tranquilos después de enfrentarse.
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“Cuando jugábamos un Clásico no salíamos y si perdíamos menos. Mi familia estaba preocupada en cada Clásico que había, sabían que si perdíamos el partido toda la semana no íbamos a salir a ningún lugar, nos encerrábamos en la casa y era estar como en un luto futbolístico”, comentó Ríos.
El ex portero mexicano que fue campeón con América en 2002 señaló que actualmente es muy fácil cambiar de camisetas y que eso ha impactado en los encuentros contra el Guadalajara.
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“Hoy en día esa pasión, esa necesidad de victoria y ese pique futbolístico que representa una rivalidad me parece que se ha ido desgastando, no en cuanto al olvido, pero sí en un tema de compromiso”, añadió.
Adolfo Ríos también tiene muy grabada una anécdota cuando fue jugador del América y le tocó ser parte de una increíble apuesta que muy pocos conocieron, pero que refleja lo apasionados que eran aquellos Clásicos.
“Estábamos en el estadio previo a la charla técnica y el entrenador voltea y dice dónde está Cuauhtémoc (Blanco), y él llega él entra corriendo al vestidor. El técnico se le queda viendo y nos dice a todos ‘acabo de apostar con Jorge, el dueño de Chivas, si perdemos el partido yo tengo que ir a su vestidor a felicitarlo, pero si ganamos él va a venir aquí a felicitarme a mí, entonces por lo que más quieran tenemos que ganar’”, dijo.

Han pasado más de 20 años de aquel equipo que ya lideraba el ‘Cuauh’, en el que se impusieron a domicilio al Rebaño para cumplir el compromiso con su estratega.
“Entramos a la cancha y ganamos ese partido. Se quedó Cuauhtémoc en la puerta del vestidor esperando y nunca llegó el pago de apuesta que él había dicho que tenía, mientras nosotros festejamos como nunca haber ganado en Guadalajara”, recordó.
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