Barcelona, España. Un jugador de 17 años sacó las papas del fuego para el Barcelona al ser la pieza clave en el triunfo (3-2) ante Elche en partido de correspondiente a la jornada 18 de LaLiga española.
Capítulo 2: La Unión en México 86 | El Once del 10
Pablo Páez Gavira ‘Gavi’, confirmó en el Camp Nou que es el elegido para liderar la nueva era del Barcelona anunciada por Xavi Hernández, que volvió a sufrir de lo lindo para sumar un triunfo que, por juego y resultado, parecía tener al terminar el primer tiempo.
Te puede interesar: Celta confirma la llegada de Orbelín Pineda
Barcelona ganaba por 2-0 al descanso luego tener probablemente los mejores 45 minutos de la temporada. Y lo hizo de la mano de jóvenes jugadores talentosos y con mucha hambre de triunfo como Gavi, Ez Abde o Jutglà, quien debutaba como titular siendo el delantero de referencia del cuadro catalán.
A Jutglà le anularían por fuera de juego el 1-0 a los 2 minutos de partido, pero abriría el marcador al 16’ después al cabecear desde el primer palo un córner mandado por el francés Dembélé.
Tres minutos después llegaría el golazo de crack firmado por Gavi, quien, al frente del equipo azulgrana, aparecía puntual en todas las acciones cruciales del encuentro.
"¡Gavi, Gavi, Gavi!” rugía la grada del Camp Nou
Barcelona seguía dominando a un tímido Elche que se defendía como podía.
Llegó el medio tiempo y parecía que la segunda mitad se desataría la goleada para el equipo catalán, pero todo cambió.
Te puede interesar: José Mourinho le da una repasada al Atalanta
En solo dos minutos, el Elche empataba el partido. Primero ‘Tete’ Morente fusilaba a Ter Stegen en una contra (62’) y, en la jugada siguiente, el propio Morente centraba desde la derecha para que Pere Milla, que acaba de entrar en el campo, cabeceara en plancha y absolutamente solo para hacer el 2-2.
Pero cuando todo parecía ya perdido, Gavi llegaría de nuevo para combinar con Dembélé y ceder sobre la línea de fondo el balón a Nico para que anotara el 3-2 y desatara la locura de un Camp Nou huérfano de ídolos. "¡Gavi, Gavi, Gavi!” rugía la grada. Y Xavi pudo por fin respirar tranquilo.
