En Boca Juniors no todos están de vacaciones. A pesar de que la Copa de la Liga ya terminó y que la Copa Libertadores se encuentra en pausa, por la realización de la Copa América, dos jugadores continúan trabajando mientras sus compañeros disfrutan de unos días de descanso. Se trata de Eduardo Salvio y de Marcos Rojo, ambos futbolistas se están recuperando de sus respectivas lesiones y trabajan con diferentes objetivos en mente.
Marcos Rojo ha sido víctima de diversas lesiones musculares desde que se incorporó al cuadro xeneize. El ex Manchester United vivió un semestre de pesadilla en el que apenas pudo jugar nueve partidos. Rojo se incorporó al equipo a principios de febrero de este año y se lesionó en el primer entrenamiento. Luego, el 11 de abril volvió a presentar problemas musculares. Y, finalmente, hace dos semanas se desgarró tras jugar ante River Plate por los cuartos de final de la Copa de la Liga. Todo producto de la poca actividad que tuvo en Europa en los últimos años.
El caso de Salvio es distinto, y es que el Toto se rompió el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda el pasado 28 de febrero en el partido ante Sarmiento de Junín. Ocho días después fue operado y su rehabilitación se estimó en ocho meses, es por ello que el atacante continúa con los trabajos con la intención de poder volver a las canchas en septiembre, mientras que Rojo apunta a estar en condiciones para la reanudación de la Copa Libertadores ante Atlético Mineiro.
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Las semifinales de la Libertadores, salvación para Salvio
La única manera de que Eduardo Salvio pueda jugar en esta edición de la Copa Libertadores es que Boca llegue a las semifinales. La antesala de la gran final será disputada el 22 y 29 de septiembre. Todo esto, por supuesto está supeditado a que el esfuerzo de Salvio rinda frutos y pueda estar listo en septiembre, es decir seis meses después de que pasó por el quirófano.
Salvio no para de trabajar para intentar recortarle dos meses al proceso de rehabilitación que estimaron los doctores.
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