Juegue Balón: Respeto al balón y a la profesión

Giancarlo Maldonado llorando demostró su profesionalismo al anotar gol en tiempo de compensación

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Contar historias no te hacen parte de ellas pero sin duda es una de las cosas más gratificantes; ensalzando a los protagonistas y ante todo al deporte mismo.

Esto ocurrió en un deporte que me ha acompañado, como a más del 90 por ciento de la población de nuestro país, desde mi infancia, el fútbol. Pocas veces ha quedado mejor esa línea con la que siempre inicio esta aventura: juegue balón.

El epicentro de esta historia fue en Venezuela, un país que está ávido de mutar la inercia en la que se encuentra, en la necesidad de un bálsamo que los ayude a enmudecer el ruido e incertidumbre ocasionado por la situación política y social en la que están inmersos.

Respeto a la playera, al balón y a la profesión fue lo que a Giancarlo Maldonado demostró en su país natal, Venezuela, al conseguir el gol del empate a dos en el minuto 91 frente a Academia Puerto Cabello.

Un gesto de calidad individual excelso, de frialdad a pesar de lo apremiante de la situación, así como el costo personal que produciría en su familia. El gol siempre ha sido sinónimo de alegría, euforia, de catarsis pero en esta historia, de sentimientos encontrados.

Por un lado la felicidad y éxtasis por conseguir el gol no solo del empate a dos en el ocaso del partido (minuto 91 frente a Academia Puerto Cabello) sino además meter a su equipo en liguilla y por otro el de tristeza al saber que su acción tendría repercusiones directas en una persona que ha significado un apoyo y guía a lo largo de su vida personal y profesional; su padre, Carlos Maldonado.

El desenlace: llanto de Giancarlo mientras caminaba al centro del campo con un grito de gol ahogado al saber que sería el acabose a las aspiraciones del equipo dirigido por su padre de estar en liguilla.

Esta historia es digna de contar por muchas cosas, protagonistas de una misma familia con intereses encontrados, beneficio excluyente para alguno de ellos y al mismo tiempo unión tras escuchar la reacción de su padre:

“me siento más que nunca orgulloso del hijo que tengo, en un país donde se perdieron los valores Giancarlo demostró lealtad hacia los colores que representa y respeto al fútbol”

Carlos Maldonado

El deporte siempre nos ha dado de que hablar y este espíritu de competencia, de fair play, de amor por un equipo, simplemente no puede y menos debe, pasar desapercibido.

Por: Eduardo Ruiz

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