El apellido Pacquiao pesa, inspira y también abruma. Y este sábado, Jimuel, el hijo mayor de Manny Pacquiao, comenzará a escribir su propia historia cuando haga su debut profesional en Temecula, California. A sus 24 años, el joven boxeador finalmente dará el paso que trabajó en silencio durante años: demostrar que su futuro no depende de la grandeza de su padre, sino de su propia disciplina.
Jimuel enfrentará a Brendan Lally en el Pechanga Resort & Casino (5 p.m. PT), en una función que también marcará el primer evento promovido por Manny en Estados Unidos, lo que convierte la noche en un doble símbolo familiar.
La presión del apellido Pacquiao y el deseo de escribir su propia historia
Jimuel llega a este debut con una mezcla poderosa de emoción y responsabilidad. En plena preparación también vivió un momento personal decisivo: el nacimiento de su primera hija. “Quiero ganar, regresar a casa y celebrarlo con mi familia”, confesó el joven, reflejando una madurez que lo ha acompañado durante el campamento.
Sabe que su apellido atraerá luces, comparaciones y expectativas imposibles de evitar. Manny fue campeón mundial a los 20 años, una medida injusta para cualquier prospecto. Pero Jimuel tiene claro su mensaje: “Soy mi propia persona y voy a mi propio ritmo”.
Aprendió del mejor maestro posible. Manny ha estado encima de él en estas semanas, corrigiendo movimientos de pies, insistiendo en defensa y recordándole que el boxeo es disciplina diaria. Aun así, Jimuel prefiere no obsesionarse con la sombra del ícono filipino: “Si pienso demasiado en eso, agrega presión. Paso a paso”.
Jimuel llega a este debut con una mezcla poderosa de emoción y responsabilidad. En plena preparación también vivió un momento personal decisivo: el nacimiento de su primera hija. “Quiero ganar, regresar a casa y celebrarlo con mi familia”, confesó el joven, reflejando una madurez que lo ha acompañado durante el campamento.
Sabe que su apellido atraerá luces, comparaciones y expectativas imposibles de evitar. Manny fue campeón mundial a los 20 años, una medida injusta para cualquier prospecto. Pero Jimuel tiene claro su mensaje: “Soy mi propia persona y voy a mi propio ritmo”.
Aprendió del mejor maestro posible. Manny ha estado encima de él en estas semanas, corrigiendo movimientos de pies, insistiendo en defensa y recordándole que el boxeo es disciplina diaria. Aun así, Jimuel prefiere no obsesionarse con la sombra del ícono filipino: “Si pienso demasiado en eso, agrega presión. Paso a paso”.
El camino duro, las pruebas y el equipo que lo forjó
Su entrenador, Marvin Somodio, quien trabajó directamente con Manny durante años, lo puso a prueba desde el primer día. Sparrings duros, sesiones largas y cero privilegios. “Quise ver si renunciaba. No lo hizo. Ahí supe que estaba listo”, recordó Somodio.
El proceso no fue rápido ni cómodo. Tras la despedida de Manny ante Yordenis Ugás en 2021, Jimuel empezó una ruta larga en amateur sin rivales seleccionados, tal como lo hacen los peleadores reales, no los proyectos protegidos.
El reto adicional ha sido encontrar oponentes dispuestos a enfrentar al hijo de una leyenda, un obstáculo que seguirá, pero que su equipo confía podrá manejar.
