Cruz Azul y Rayados empataron en el duelo de ida de los cuartos de final de la Liga BBVA MX. Un partido interesante, intenso, pero que se distinguió por la falta de contundencia de ambos equipos. Esto es lo que aprendimos del partido.
La falta de contundencia sigue afectando a Cruz Azul
Cruz Azul necesita muchas opciones de gol para anotar una, si es que anota. En el primer tiempo el ‘Cata’ Domínguez y Nacho Rivero estuvieron solos frente al arco, con la posibilidad de abrir el marcador. Fallaron.
En varios de los últimos partidos Cruz Azul ha necesitado de errores del rival para ganar, pero no porque no genere jugadas, sino porque le cuesta demasiado trabajo concluirlas. Ya lo decía el ‘Potro’ Gutiérrez tras el triunfo ante el León en el Repechaje: “Hemos tomado una tendencia de sufrir los partidos, a veces de más”. Si Cruz Azul no sella un mayor porcentaje de sus jugadas de peligro, difícilmente lo veremos en otra instancia de la Liguilla.
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¿Qué les ha dado de comer Raúl Gutiérrez a sus jugadores?
Cruz Azul es intenso y divertido. Presiona al rival desde las primeras líneas y pone en aprietos a los contrincantes cada que tocan la pelota. Sus jugadores conocen dónde están sus compañeros y muchas veces no necesitan alzar la cara para enviar un pase.
Cruz Azul aún no juega un futbol de campeonato, pero sí ha sanado en tiempo récord muchas de las carencias que evidenciaba cuando era dirigido por Diego Aguirre. Esta serie está muy lejos de definirse, pero en caso de eliminar a Rayados, La Máquina será candidata al título.
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Rayados necesita algo más...
Monterrey fue mejor por algunos lapsos, sobre todo en el segundo tiempo, aproximándose a la portería resguardada por Jesús Corona. Pero al igual que su rival, no supo concretar ni aprovechar el hecho de haber recuperado la posesión de la pelota y el medio campo.
Rayados debe ser más decisivo, más asfixiante. A final de cuentas, es el equipo que a lo largo del torneo mostró estabilidad, y está obligado a concretarla, como mínimo con un boleto para la final.