San Francisco no tuvo un buen debut en su casa provisional, el estadio de los Cardnales de Arizona, al perder 34-24 ante unos Bills de Buffalo que se mantienen como líderes solitarios del Este de la Americana, y aseguran por temporadas consecutivas una marca positiva, a falta de cuatro semanas para finalizar la temporada regular.
De nuevo Josh Allen, mariscal de campo de Buffalo, tuvo una actuación de ensueño. El pasador consiguió cuatro pases de anotación, además de 375 yardas por aire, completando 32 de sus 40 intentos de pase. Un absoluto golpe sobre la mesa ante un equipo tan ordenado como el de Santa Clara, California.
Habían surgido diversos cuestionamientos sobre el desempeño de los Bills, sobre todo después de la derrota ante Arizona de hace dos semanas. Sin emabrgo, tras vencer a Los Cargadores de Los Ángeles y ahora a los 49ers, han dejado en claro que su ofensiva sigue mantiendo al equipo dentro de los candidatos a llegar al Super Bowl.
El desempeño, además del quarterback Allen, de los receptores abiertos Steffon Diggs (10 recepciones para 92 yardas y un promedio de 9 yardas por recepción), y Cole Beasly (9 recepciones para 130 yardas y un touchdown), fue espectacular. Ambos volvieron loca a la defensiva del equipo de Kyle Shanahan.
Nick Mullens, el pasador de San Francisco, mostró destacadas cualidades, pero al mismo tiempo evidenció que le falta mucho recorrido para conseguir estabilidad en las decisiones y en sus movimientos. Logró adjudicarse tres pases de touchdown, pero sufrió dos intercepciones.
El receptor Brandon Aiyuk destacó por su efectividad. En tan solo cinco recepciones logró 95 yardas de avance, promediando 19 yardas por atrapada, además de anotar un TD. Los otros autores de las diagonales para en conjunto local fueron el ala cerrada Jordan Reed, y el fullback de 29 años Kyle Juszczyk.
Josh Allen showed out on Monday Night. #HaveADay #BUFvsSF#BillsMafia | @BuffaloBills pic.twitter.com/pgA6WozOee
— NFL (@NFL) December 8, 2020
