Que fácil tiende la gente a olvidar y en la NFL no es la excepción. Está comprobado que un recuerdo negativo es cinco veces más poderoso y recordado por quien lo sufrió que una experiencia positiva. En nuestro subconsciente está más presente y es el caso que ocurre tras las pifias de un pateador que previo al arranque de la temporada, era sinónimo de fiabilidad.
Puede ser que seas simpatizante a un equipo pero es mucho más sencillo cuando a la distancia, en el terreno de la neutralidad, se analiza cuantitativamente el rendimiento de cualquier deportista de alto rendimiento; por eso comenzaba que rápido olvida la gente.
Partiendo del punto de que fue un mal partido de Stephen Gostkowski y es irrefutable e indefendible no terminar en el mismo resultado, tampoco era para que la gente pidiera la destitución del jugador o que equipos firmaran a los suplentes de sus pateadores para evitar la fuga de talento al equipo de Vrabel.
¿Jugó mal? Sí ¿les costó el partido? No. ¿Tiene que mejorar? Indudablemente. Quemó todas las naves en su primer partido pero por eso decía al inicio que la gente tiende a olvidar. Gostkowski durante 5 temporadas… 5 años, solo falló 4 o menos goles de campo.
Su porcentaje de error es muy bajo aunque para su mala fortuna el día de ayer falló en 4 ocasiones (en el primer cuarto un gol de campo de 47 yardas, bloquearon otra en la yarda 44, erró una de 42 en el tercer cuarto y la cereza fue un punto extra errado). Al final el jugador sale sin calcetín al campo para conseguir el gol de campo de la victoria.
Así que sin duda tendrá que mejorar pero no tendamos a olvidar que un mal día lo tenemos todos y estoy seguro que el jugador tiene clavada esa espina. A la postre trabajará para demostrar que fue solo eso: un mal día (bueno, mala noche).
Por Eduardo Ruiz.
