Sao Paulo, Brasil. El triunfo 1-0 de Brasil sobre el campeón del mundo Alemania le dio a la selección sudamericana cierta dosis de venganza por su humillante derrota 7-1 en las semifinales del Mundial 2014. Con la victoria la “verdeamerela” llegará lleno de confianza a Rusia con idea de llevarse la Copa a casa.
El entrenador Tite se mostró encantado con la forma en que sus jugadores se impusieron a los alemanes en Berlín, particularmente en la segunda mitad. La victoria brasileña puso fin a una racha invicta de 22 partidos de Alemania y reforzó el registro del técnico desde su llegada al banquillo de los pentacampeones del mundo, con una sola derrota en 19 partidos.
Tanto el entrenador como los jugadores destacaron el aspecto psicológico de la victoria e insistieron en que vencer a los alemanes ayudará a Brasil a recuperar el lugar que le corresponde en la élite del futbol mundial, algo que muchos cuestionaron tras su desastroso final en el Mundial jugado en casa y sus pobres actuaciones en las últimas versiones de la Copa América.
“Hay cierta sensación de que hemos recuperado algo de autoestima”, dijo Tite tras el partido. “Hay un componente de orgullo”, agregó.
Thiago Silva hizo eco de ese sentimiento inmediatamente después del partido, al insistir que el país más exitoso del mundo futbolísticamente debe ser tomado más en serio.
“Esta camiseta exige más respeto”, destacó el defensor del PSG.
A menos de tres meses de que Brasil enfrente a Suiza, Costa Rica y Serbia por el Grupo E del Mundial, la escuadra sudamericana se perfila como una de las favoritas para ganar el Mundial.
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