El presente de Santiago Giménez en el Milan, una de las grandes promesas mexicanas en Europa y una pieza que llegó para competir en la élite, vive su momento más tenso desde su arribo a Italia. El delantero mexicano, tasado en 25 millones de euros, entrena por separado desde hace varios días debido a la lesión en el tobillo izquierdo, un detalle que ha encendido todas las alarmas en la previa del mercado invernal, donde su nombre ya aparece ligado a varios rumores.
Aumenta incertidumbre en el Milan por Santiago Giménez
Según reportes de La Gazzeta, el atacante no solo quedó descartado del duelo de Copa Italia, sino que sus entrenamientos individualizados podrían extenderse hasta mediados de mes. En otras palabras: su regreso podría tardar más de lo esperado y el panorama comienza a despejar el camino para cualquier especulación.
Mientras se recupera, el mexicano enfrenta una dura realidad: el Milan tiene una zona ofensiva congestionada y totalmente confiada en referentes como Leao, Pulisic y Nkunku, tres jugadores con ritmo, minutos y plena confianza del técnico. Esa combinación deja a Giménez en un rol secundario, sin goles recientes y con la presión de demostrar que puede competir al máximo nivel.
Rumores, Premier League y un Milan que manda mensajes confusos
A pesar de los rumores que ya circulan, especialmente desde Inglaterra, donde Sunderland y West Ham habrían mostrado interés, el entorno de Santiago Giménez insiste en que no existe ninguna oferta formal. Su agente, Rafaela Pimenta, ha repetido públicamente que el club le transmite “tranquilidad” y que la idea de una salida en enero sería “absurda”.
Sin embargo, la realidad deportiva del mexicano cuenta otra historia. Giménez solo suma un gol en Copa ante Lecce y no ha tenido impacto desde octubre. El entrenador Allegri reconoce su compromiso, pero también sabe que a un delantero se le exige marcar, algo que Santi ha tenido difícil entre lesiones, competencia interna y el peso de adaptarse a una nueva liga.
Con contrato vigente hasta 2029, su salida no es sencilla ni económica. Pero lo que sí está claro es que entrenar por separado, combinado con la falta de minutos y el inminente mercado, ha dejado la sensación de que Santiago Giménez está cada vez más lejos de consolidarse como un referente en el Milan.
Enero será decisivo. Y mientras avanza el calendario, las dudas se hacen más grandes que las certezas.
