La estrella de la NFL, Tom Brady, finalmente terminó con los rumores y mediante un comunicado a través de sus redes sociales anunció oficialmente su retiro de los emparrillados luego de 22 temporadas, una carrera que lo encumbra como uno de los mejores que ha visto la NFL y que difícilmente alguien podrá igualar.
Brady tomó la decisión de retirarse como el número uno de todos los tiempos con
números que quedarán para la historia. El mariscal de campo de 44 años tiene la marca de más yardas por aire con 84,520; de pases para anotación con 624; de pases completos con 7,263; de victorias en temporada regular con 243, entre muchos otros récords, sin dejar de mencionar los 7 anillos de Super Bowl que logró a lo largo de su carrera con los New England Patriots y los Tampa Bay Buccaneers.
El mariscal de campo tendrá siempre presente un sinnúmero de acontecimientos que lo marcaron dentro y fuera del terreno de juego y que lo colocan como el mejor quarterback de la historia, pero también siempre recordará a nuestro país en un vergonzoso episodio que le dio la vuelta al mundo.
Te podría interesar: Brady contra otros referentes del deporte
¿Y el jersey de Tom Brady?
Todo sucedió durante el Super Bowl LVI, en el que los Patriotas de Brady lograron la remontada más espectacular que se tenga memoria, lograron darle vuelta a una desventaja de 25 puntos para quedarse con el título de la NLF.
Al término del partido y con la alegría que dejó dicha proeza, después de los festejos, Tom se dio cuenta que el jersey con el que había hecho historia había desaparecido. “Alguien ha robado mi jersey, estaba aquí; sé exactamente dónde lo puse”, dijo en aquel entonces la estrella de los Pats.
Al día siguiente la policía de Texas, apoyado con el FBI, inició una exhaustiva búsqueda para dar con el responsable y devolverle el jersey a Brady. Pidieron los videos de las cámaras de seguridad del NRG Stadium para inspeccionar cada rincón del estadio, analizar desde el momento en que Brady había dejado su jersey.
Luego de una minuciosa revisión, todas las líneas de investigación apuntaban hacia un sujeto que no era de la organización y que tenía una acreditación para acceso al área de prensa, que fue visto paseándose por los vestidores.
El nombre del sujeto en cuestión era Martín Mauricio Ortega Camberos, director de un diario de circulación mexicano que fue acreditado para cubrir el Super Bowl LVI.
Con esta información, el FBI le pidió apoyo a la extinta PGR de nuestro país para dar con el paradero del responsable. Poco más de un mes después del Super Bowl, un juez autorizó registrar la casa de Ortega, donde no sólo se encontró el jersey con el número 12 de Tom Brady, sino que también había otros artículos de súper tazones anteriores.
Para sorpresa de todos, la policía encontró el casco que Von Miller de los Broncos de Denver había utilizado en el Super Bowl XL así como ¡otro jersey de Tom Brady!
El angelito estaba buscando contactar a coleccionistas de la NFL para venderles los artículos, que en suma tenían un precio superior al millón de dólares. Ya con las manos en la masa, Martín Ortega aceptó los hechos, y como historia con final feliz, le devolvió a sus dueños los artículos robados.
Los Patriotas y Brady decidieron dejar pasar el hecho, retiraron los cargos y así todo quedaría en un pasaje histórico del que Tom Brady tendrá para contarle a sus hijos y nietos.
